Una recuperación en el centro del campo fue bien aprovechada por Víctor Sánchez que encontró el hueco en el centro de la zaga local para habilitar con una sensacional asistencia a Hernan Pérez, que solo ante Mariño anotó el 0-1.
El cuadro local mantuvo su dominio pero acusó el golpe. El Espanyol se sentía muy cómodo en labores de contención y no pasaba por grandes apuros hasta que se vio sorprendido por una falta lateral. Rossi chutó muy cerrado, sin que ningún jugador llegara a tocar el balón, y el balón se alojó en el fondo de las mallas de Pau López.
El tanto espoleó el ánimo del colista, que llevado en volandas desde la grada, incrementó su acoso y tanto Deyverson como Rossi tuvieron dos claras opción para terminar de voltear el marcador. El Espanyol consiguió quitarse de encima el dominio local en los minutos finales del primer acto, aunque se llegó al descanso sin más variaciones en el marcador.
En la reanudación, el guión del choque presentó un partido más abierto, con un Levante decidido a irse al ataque y un Espanyol más predispuesto a salir a la contra con numerosos efectivos.
Una nueva conexión entre Víctor Sánchez y Hernán Pérez pudo permitir al conjunto visitante ponerse de nuevo por delante, pero en esta ocasión el meta Mariño conjuró el peligro con una gran intervención.
Al cuarto de hora, Rubi mandó un mensaje claro a su equipo cuando retiró del terreno de juego al lateral Pedro López y dio entrada al ariete Cuero. Sólo valía la victoria.