Hacía más de un año, en concreto 447 días, que el Atlético no se veía derrotado en su estadio: desde el 1 de diciembre de 2019, cuando se vio superado por el Barcelona (0-1). Es la primera derrota en su feudo del líder liguero en esta campaña y la segunda del curso en 23 encuentros, junto con el 2-0 que recibió ante el Real Madrid.
Son seis puntos sobre el Real Madrid y nueve, con un partido más, sobre el Barcelona. Hubo Liga antes y la hay ahora, entre otras cuestiones porque la caída defensiva del Atlético es visible. Su estructura, no hace mucho inaccesible, es más vulnerable que nunca en la era Simeone. Oculta en los últimos tiempos por su efectividad ofensiva, no hay evidencia más clara que el partido de este sábado.
Ahí, algunas decisiones de Simeone -o algunas bajas- influyen de forma determinante en las últimas citas. Marcos Llorente es esencial en el Atlético, pero mucho más por el medio o en el ataque que como improvisado carrilero, donde volvió a proponerle Simeone en el once. Lo rectificó, como otros aspectos. Y el cambio es indiscutible, como también lo fue cuando acercó a Joao Félix a la portería contraria.
#AtletiLevante
¡El segundo del Levante! (0-2) 🚀🤩
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