Después de que esta adoptase su actual configuración, ningún equipo había conseguido revalidar la ‘orejona’, hasta que llegó el Real Madrid de Zinedine Zidane para establecer un dominio que comenzó el 28 de mayo de 2016 en el estadio de San Siro, en Milán.
La final de la Liga de Campeones volvía a acoger un derbi madrileño, como en Lisboa 2014, entre Real Madrid y Atlético de Madrid, que se decidió en una tanda de penaltis tras el 1-1 que reflejó el marcador pasados los 120 minutos de juego.
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Un todo o nada en el que Oblak quedó señalado por su ‘pasividad’ a la hora de tirarse a detener los lanzamientos, que fueron todos a la izquierda del esloveno, y que se decidió en el noveno penalti, transformado por Cristiano Ronaldo, tras el disparo de Juanfran Torres a un palo.
El Real Madrid logró la ‘undécima’ dos años después de la ansiada ‘décima’, pero afrontaba el más difícil todavía, lo que nadie había hecho: revalidar corona.
Un hito que el equipo madridista logró en Cardiff (Gales) el 3 de junio de 2017 al golear al Juventus (1-4) con tantos de Casemiro, Marco Asensio y un doblete de un Cristiano Ronaldo que volvió a coronarse como máximo goleador de la competición con doce dianas, tras haber firmado 16 el curso anterior.
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En esa edición, Karim Benzema dejó una imagen para el recuerdo, de póster, en el partido de vuelta de las semifinales en el Vicente Calderón contra el Atlético de Madrid. La ida se decidió a favor del Real Madrid (3-0) con un triplete de ‘CR7’, pero el Atlético logró ponerse 2-0 en el primer cuarto de hora de la vuelta, que inquietó a todos los madridistas menos al delantero galo.
Benzema desbordó sobre la línea de fondo a Godín, Giménez y Savic acariciando con mimo el balón en el nacimiento del 2-1 que cerraría la eliminatoria.
En Cardiff, el equipo dirigido por Zidane culminó su gran temporada tras hacerse también con su 33º título de Liga, pero quería más. Revalidar título de Liga de Campeones fue algo histórico y repetir por tercer año consecutivo se presentaba como una quimera ante los rivales más fuertes del mundo, pero el Real Madrid lo logró en un camino que, seguramente, fue el más difícil.
Tras acabar segundo la fase de grupos, fue pasando de campeón en campeón, hasta volver a firmar una gesta. El primer rival fue el París Saint-Germain, campeón de Francia, que removió los cimientos del fútbol en verano tras fichar a Neymar Junior procedente del Barcelona a cambio de 222 millones de euros e incorporar a Kilyan Mbappé procedente del Mónaco.
El equipo que por entonces dirigía el español Unai Emery llegó a al duelo a doble partido como claro favorito, pero el Real Madrid y Cristiano Ronaldo, que anotó tres de los cinco goles de la eliminatoria, sacaron su gen competitivo y avanzaron de ronda.
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Unos cuartos en los que esperaba el supercampeón de Italia, el Juventus. Una eliminatoria histórica por la chilena de Cristiano en Turín, en un partido de ida que finalizó con 0-3. Parecía definitorio, pero la Juve lo llegó a igualar en el Santiago Bernabéu hasta que el colegiado inglés Michael Oliver, señaló un penalti de Benatia sobre Lucas Vázquez en el minuto 93 que convirtió Cristiano para pasar a semifinales.
Tras esa pena máxima, Gianluigi Buffon fue expulsado y en zona mixta aseguró que “un humano no puede pitar ese penalti, a no ser que tenga un cubo de basura por corazón”.
En semifinales, el Real Madrid se midió a otro campeón de liga, el Bayern Múnich, al que eliminó con un global de 3-2 pero en un partido de vuelta en el Bernabéu en el que sufrió hasta el último segundo.
El 26 de mayo de 2018, fue el turno de Kiev (Ucrania). El Madrid se enfrentó a un Liverpool que llegó como tapado a la final y con su tridente de ataque -Sadio Mané, Roberto Firmino y Mohamed Salah- como grandes peligros, aunque su kryptonita estaba en su portería con un Loris Karius que cometió dos errores de bulto.
Un partido en el que Gareth Bale se erigió como hombre clave del Real Madrid, otra vez en una final. El galés dejó una chilena para el recuerdo, para enmarcar, y solventó el encuentro con un doblete que puso el definitivo 3-1 para que el Real Madrid levantase su decimotercera ‘orejona’, la tercera de forma consecutiva.
Del 28 de mayo de 2016 al 22 de febrero de 2019. El Real Madrid lleva mil días reinando en Europa, en su competición fetiche, en la que seguirá ejerciendo como campeón hasta, como mínimo, el 1 de junio de 2019, cuando se disputará la próxima final en el Wanda Metropolitano, que, ahora con Santiago Solari al mando, es el nuevo reto para un equipo de leyenda que ha marcado una época.
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