“Mira Steven Gerrard o Frank Lampard (contratados en EE.UU.), aún les quedan un par de años, ninguno de ellos ha roto su promesa de retirarse hace dos años para venir y jugar aquí”, declaró Constantine.
El técnico hizo sus declaraciones tras los recientes fichajes de jugadores como el brasileño Roberto Carlos por el Delhi Dynamos, de la capital india, o el portugués Simao Sabrosa, que el año pasado no jugó y formará parte del NorthEast United, de Assam (noreste).
El británico cree que ningún jugador extranjero vendría a una liga de tres meses, lo que supone un indicativo de la importancia de las incorporaciones de la ISL, que no son el mejor espejo para los jóvenes jugadores indios.
Además de criticar la forma de fichar de las franquicias de la ISL, Constantine también remarcó la escasa formación de los jugadores de la India y propuso para el equipo nacional la llegada de futbolistas nacionalizados.
“Si España puede optar por Diego Costa, si Portugal puede también utilizar jugadores brasileños y así otros tantos más, por qué nosotros no podemos explotar esa opción”, cuestionó el británico, sabedor de que es una solución rápida y que el problema es mayor.
Constantine sabe que el fútbol en la India está por crecer y es consciente que a largo plazo hay problemas que resolver como “los lugares de juego, los torneos juveniles o el nivel de preparación de los entrenadores”.
La India, que ocupa actualmente la posición 156 en el ránquin Fifa, lanzó el año pasado una Superliga con ocho equipos para tratar de despertar la afición por un deporte que no ha tenido tradicionalmente arraigo en el país.
La Superliga contó en su primera edición con figuras ilustres como los campeones del mundo italianos Marco Materazzi y Alessandro del Piero; el también campeón del mundo español Joan Capdevilla, y jugadores de la talla del francoargentino David Trezeguet o el francés Nikolás Anelka.