Un triunfo práctico, sin matices, que rearma al United, ganador nada más de tres de sus diez encuentros más recientes en la Premier League, a falta de dos partidos más para terminar una temporada que no le deja nada satisfecho (no puede estarlo si el consuelo es la Liga Europa), pero una victoria necesaria para honrar a algunos futbolistas en su despedida de Old Trafford. Quizá a Edinson Cavani, que reapareció después de un mes de baja por lesión (jugó el último cuarto de hora tras entrar por Elanga), Juan Mata, Nemanja Matic…
¿Y Cristiano Ronaldo?
La llegada de Ten Hag y su propia opinión determinarán su continuidad. Aún tiene contrato un año más, pero la duda está ahí sobre su permanencia en el club. También si este fue el último encuentro de la segunda etapa de Cristiano Ronaldo en el Teatro de los Sueños con uno de los equipos de su vida, del que salió rumbo al Real Madrid para ser uno de los mejores del mundo y de la historia y al que volvió el pasado verano desde el Juventus.
Su primer gol no fue válido. Por unos milímetros. Al borde del descanso, cuando recibió un pase de Juan Mata, titular por primera vez en todo este curso en la Premier cuando la competición ya agota sus jornadas (al United nada más le restan dos encuentros), y remachó entonces el 2-0 de su equipo que finalmente no lo fue…
Hasta la hora de partido, cuando, entonces sí, a través de un penalti, anotó su vigésimo cuarta diana de la campaña. La pena máxima se la creó él mismo, entre su potencia, su inteligencia, su astucia y la inocencia de su marcador. Y la transformó también él mismo, con un derechazo que engañó completamente al portero internacional español David Raya, que había temido antes el 2-0, como en otra acción de Bruno Fernandes.
Mucho antes, el centrocampista portugués había encarrilado el partido a toda velocidad, en el minuto 9, cuando el ataque del United, siempre a un ritmo superior, desbordó a la defensa del Brentford, con la aparición hasta la línea de fondo de Anthony Elanga y el servicio adentro del área para el remate fácil, con la derecha, de Bruno Fernandes para marcar el veloz 1-0.
El equipo de Ralf Rangnick, anunciado ya como próximo seleccionador austríaco paralelamente a la asesoría que mantendrá en el club británico, se había sentido ganador antes y aún más después, aunque, entre medias, Christian Eriksen, primero, e Ivan Toney, después, hubieran probado los reflejos de David de Gea, sobre todo éste último, con una parada de mucho mérito con el pie que entonces sostuvo el 1-0. Fue una acción crucial.
Después llegó el citado 2-0 de Cristiano Ronaldo, a la hora de juego, y el 3-0 de Raphael Varane, en un afortunado remate tras un saque de esquina diez minutos después, para proclamar la sentencia indudable del triunfo del Manchester United, que rebusca lo imposible, la clasificación para la Liga de Campeones, mientras se consuela con la Liga Europa.
🌟 Ocho goles en cuatro partidos consecutivos en condición de local.
𝗖𝗿𝗶𝘀𝘁𝗶𝗮𝗻𝗼 𝗥𝗼𝗻𝗮𝗹𝗱𝗼 𝗱𝗼𝘀 𝗦𝗮𝗻𝘁𝗼𝘀 𝗔𝘃𝗲𝗶𝗿𝗼. pic.twitter.com/C4Bm0wzkgK
— Manchester United (@ManUtd_Es) May 2, 2022