Y la amistad con Edson Arantes do Nascimento ‘Pelé’, uno de los motivos de orgullo, pues resiste hasta hoy a la rivalidad que tantas veces los enfrentó partidos de clubes y de selecciones en las décadas de los años 1970 y 1980.
“Metía bien los codos, era hábil tanto por izquierda como derecha. Yo le cubría la parte izquierda y le obligaba a irse hacia donde yo quería, que era el lado derecho, que para él, aunque era muy buen jugador, le costaba un poco más que con la izquierda”, confesó el exjugador del Peñarol uruguayo y el Internacional brasileño desde su natal Valparaíso.
Pese a los enfrentamientos que tuvieron en diferentes canchas por defender a sus equipos, Don Elías subrayó que todo era parte del futbol y cualquier calentura terminaba cuando el partido acababa.
“Siempre hemos tenido una buena amistad. En la cancha es como siempre, cada uno defiende lo suyo. A veces se venía un codazo, pero era parte del juego”, subrayó ‘el Iluminado’, quien cumplirá 74 años el 25 de octubre.
Una sola tarjeta roja
El Recuerdo que le entristece aún ocurrió un año antes de cumplir 33 años, el 24 de octubre de 1979. Fue a los 41 minutos del partido de las semifinales de una Copa América que ese año no tuvo sede fija.
El árbitro uruguayo Juan Daniel Cardellino lo envió a los vestuarios y tras el empate sin goles en casa con Perú, la Roja avanzó gracias a que en el partido de ida había ganado por 1-2 en Lima.
Recibió una suspensión automática por un juego, el siguiente. “Me quedó una espinita. Nunca había sido expulsado de un partido”, dijo a Efe Don Elías.
Sin el ídolo Chile cayó por 3-0 ante Paraguay en Asunción. Con él de vuelta al once titular, la Roja se impuso por la mínima en Santiago, y en el tercer partido, el de desempate, se quedó con las manos vacías al igualar sin goles con la Albirroja.
Figueroa y su compañero en la zaga René Valenzuela tuvieron el mérito de desarticular juntos la poderosa delantera de Paraguay compuesta por Eugenio Morel o Julio César Romero ‘Romerito’. Pero sin él, las cosas fueron diferentes.
“Teníamos equipo. Era un buen momento del fútbol chileno por los jugadores que tenía. Creo que debíamos haber sido más nosotros. Lamentablemente el fútbol se da por lo que pasa dentro del campo. A veces tú no atacas nunca y se ataca una vez, se hace un gol y ganas 1-0. Esa selección era para mucho más”, advirtió.
El segundo lugar de la Copa América de 1979 sucedió a similares resultados tras los Sudamericanos (nombre original del torneo) de 1955 y 1956.
“En mi época había muy, muy buenos jugadores. A lo mejor físicamente hoy se trabaja más que antes. Brasil, Uruguay, Argentina, Paraguay, Perú, todos tenían jugadores destacados y eso hacía difícil jugar contra cualquiera de ellos. Hoy en día está mucho más parejo también”, dijo.
¿La explicación?
Los futbolistas de hoy “salen más (a jugar) al extranjero”, dijo el central, quien ha reclamado para la selección de sus tiempos el título de “primera generación dorada de Chile”.
De cara a las eliminatorias sudamericanas del Mundial de Qatar, cuyo comienzo ha sido postergado indefinidamente a causa de la pandemia de la covid-19, Figueroa tiene buenas sensaciones y mucho optimismo.
“Hay muy buenos jugadores, como nunca. Chile tiene jugadores en grandes Ligas. Antes salíamos uno o dos a grandes Ligas pero ahora están ellos y enfrentar grandes equipos no es una novedad”, afirmó.
Agregó que la generación actual, cuya base fue protagonista de la conquista de la Copa América 2015 y la del 2016, “tiene experiencia internacional” suficiente para asegurar una plaza en Qatar.
“Esta selección pasa por un muy buen momento con grandes jugadores, y después vienen los que tienen que reemplazar a estos. Vienen con la responsabilidad de hacer. Chile está sacando buenos jugadores y esperemos que continúe esa buena racha que tiene”, dijo ‘el Iluminado’.
Sobre la tarea de transición que conduce el entrenador colombiano Reinaldo Rueda al frente de la selección chilena, reconoció que está resultando “un buen trabajo”.
“Rueda es una persona que tiene experiencia, ha trabajado con grandes jugadores y creo que está consciente de lo que viene. Sigue haciendo su trabajo y, teniendo grandes jugadores, se facilita mucho más”, destacó.
La música y la arenga del jefe
“Chi, chi, chi. Le, le, le. ¡Vamos Chile, vamos adentro todos!”, fue la consigna preferida en los tiempos de Don Elías.
“La arenga que me gustaba a mí era antes de entrar al campo, en el túnel. Me devolvía y les decía: “Ahora depende de nosotros, ya no depende de nadie más, solo de nosotros y adentro del campo, es por nosotros. Así que vamos adentro”‘, relató.
Lo hacía mientras elevaba el puño en el que llevaba el brazalete de capitán.
“Tenía frase en la época como capitán. “Ahora por nosotros, nuestras familias, por Chile”. Les mandaba que juntáramos las manos”, rememoró.
“El mayor orgullo de uno es defender la camiseta (de Chile) Para mí, ponérmela era pensar en mis padres, en mi señora, en mis hijos. Que yo les estaba defendiendo ahí adentro, haciendo que se sientan orgullosos de ser chilenos, de ese equipo que estaba ahí”, puntualizó.