La vida del futbolista galo dio un vuelco en 2011 cuando se le diagnosticó un cáncer de hígado. Medio año después de ser operado, Abidal volvió a los terrenos de juego y levantó la Liga de Campeones de esa temporada con el Barcelona pero volvió a recaer unos meses más tarde.
Entonces, tras recibir un trasplante de hígado de un familiar suyo, pudo recuperarse definitivamente y continuar su carrera deportiva primero en el Barcelona y después en el AS Mónaco y el Olympiacos, donde se retiró en diciembre de 2014.
“Soy consciente de que soy un ejemplo porque he podido superar la enfermedad dos veces. Estoy muy orgulloso de serlo pero también de poder ayudar a mi manera”, declaró.
Con esta fundación, nacida en 2013 pero puesta en marcha ahora, Abidal tratará de acompañar a jóvenes y niños con cáncer y a sus familias y mejorar su calidad de vida a través del deporte.
“Haciendo deporte te olvidas de la enfermedad, te mezclas con otra gente que está bien, tomas su ejemplo y te animas a seguirlo. Es una manera muy importante para estar bien de salud”, señaló el exinternacional francés.
En mayo, la fundación organizará su primer evento con una carrera ciclista entre Londres y Barcelona para recaudar fondos para un instituto de investigación de enfermedades hepáticas de la capital británica.