Una circunstancia que ya ha probado, por necesidad más que por querer hacerlo, el italiano Carlo Ancelotti. En la previa del encuentro frente al Rayo Vallecano dijo que no necesitaba testar al alemán Toni Kroos de ‘5’ para hacer de Casemiro, ya que la experiencia de este le hace fiarse sin necesidad de comprobaciones, pero el devenir del duelo le cambió los planes.
El brasileño realizó una dura entrada sobre Óscar Valentín -quien tuvo que dejar el terreno de juego por lesión- por la que recibió cartulina amarilla a la hora de partido.
Ancelotti, consciente de que la falta pudo ser castigada por roja y que el centrocampista no vive su mejor momento -solo en la primera mitad perdió 12 balones-, decidió sentarle en el banquillo y dio entrada a Valverde.
El uruguayo volvió a ser revulsivo, y talismán. Casualidad o no, en la Supercopa de España frente al Barcelona, en la visita del Sevilla el 28 de noviembre, contra el Granada el 6 de febrero y en la visita a Vallecas, ‘el pajarito’ saltó al terreno de juego con empate en el marcador y el Real Madrid acabó llevándose la victoria. Un factor diferencial que ya ocurría en la última etapa de Zidane en el banquillo.
Además, Fede Valverde ha sido suplente en tres de las cinco derrotas que acumula el conjunto blanco en lo que se lleva de temporada.
Dentro de la tripleta de centrocampistas ya histórica del Real Madrid -Casemiro, Kroos y Modric-, Valverde es un futbolista diferente y complementario a estos. Destaca por su poderío físico y su capacidad para llegar al área en buenas circunstancias.
En sus inicios, también lo hacía con la pelota en los pies, pero las circunstancias desde que se ha asentado en la capital de España no se lo han exigido, aunque esta fuera una de las razones por las que el exfutbolista uruguayo Néstor ‘Tito’ Gonçalves, descubridor de Fede, se fijó en él, según relató a EFE en una entrevista en 2020.
“Tenía una capacidad para tomar decisiones sorprendentes. Una lectura de juego que a veces nosotros de afuera, mirando el partido, veíamos otras opciones (…), y de repente él tomaba otra decisión que no teníamos ninguno. Con edades de 10 años”, afirmó.
En una temporada en la que su protagonismo ha disminuido con el paso del tiempo, siendo suplente en 14 de los 30 encuentros que ha disputado más otros dos en los que estuvo disponible pero no participó, contra el PSG llegará su momento esta temporada.
Octavos de final de la Liga de Campeones frente a uno de los favoritos, con la necesidad de remontar y el público del Santiago Bernabéu como apoyo; el ambiente de las grandes citas que le gusta a Valverde.