“Se nos ha llevado a un callejón sin salida, nosotros no queríamos llegar a este nivel”, agregó, declarando la disposición del sindicato a negociar con el gobierno español y con la Liga de Futbol Profesional (LFP).
El miércoles había sido la Real Federación de Futbol Español (RFEF) quien anunciaba la suspensión de todas las competiciones a partir del 16 de mayo, disparando las alarmas, puesto que pone en peligro las jornadas de Liga en que se decidiría el campeón.
También corre peligro la final de la Copa del Rey, prevista para el 30 de mayo en el Camp Nou entre Barcelona y Athletic Bilbao.
Como la RFEF, el sindicato no está de acuerdo, aunque por motivos diferentes, con un decreto ley aprobado el 30 de abril por el gobierno español para la venta centralizada de los derechos de televisión para el futbol nacional.
Éste permite a la LFP negociar en bloque con las operadoras televisivas para realizar después el reparto entre clubes, en lugar del modelo actual, con el que cada club negocia individualmente.
Estos ingresos se distruibirán a 90% entre los clubs de primera división y 10% para los de segunda.
Rubiales puso como ejemplo los casos de Alemania, donde el reparto es de 79% para la primera y 21% para la segunda, y de Francia, donde es de 81%-19%.
“Decidimos parar no como medida de fuerza; sí como defensa a lo que entendemos es un ataque a nuestros derechos”, afirmó, negando sin embargo que su protesta esté relacionada con las nuevas imposiciones fiscales a los jugadores por sus ingresos derivados del derecho de imagen.
“La solidaridad, la fuerza, la unión de los futbolistas no es la primera vez que la demostramos en este país”, agregó.