El año más duro a nivel profesional y familiar de Iker Casillas: tuvo que asumir su dolencia cardíaca, el cáncer que le detectaron a su esposa Sara Carbonero, comprobar que el fisco portugués registraba su casa en busca de pruebas en la operación “Fuera de Juego” y sufrir las primeras “embestidas” desde que anunciara su candidatura a presidir la Real Federación Española de Fútbol.
Mientras tanto, ha aprovechado la pandemia y el confinamiento para darse un baño de notoriedad en las redes, realizando “entrevistas” a compañeros de los clubes por los que ha pasado, como el Real Madrid o el Oporto.
De renovar a colgar los guantes
El 20 de marzo de 2019, Iker Casillas, en compañía del presidente del Oporto Jorge Nuno Pinto da Costa, presentaban a bombo y platillo y con emisiones en directo de las televisiones lusas su renovación por una temporada más, prorrogable de año en año, mientras en el horizonte el guardameta madrileño se veía bajo palos a los 40.
Casillas llegó a Oporto en 2015 tras una amarga despedida con el Real Madrid y con la vitola del portero con más experiencia en Europa y un Mundial en su haber.
Aunque debido a algunas intervenciones poco afortunadas en el arranque liguero llegó a ser cuestionado en más de una ocasión, Iker demostró que no llegó a Oporto para vivir un retiro dorado y volvió a ser el “San Iker” que esperaban los “dragones”, especialmente en Europa, de ahí la confianza del club en el futbolista.
A las cinco semanas del ansiado anuncio de la renovación, Casillas sufría un serio revés, un infarto de miocardio durante un entrenamiento, y logró salvar la vida gracias a las asistencias médicas y a la rápida intervención del doctor Nelson Puga.
A pesar de que los especialistas insistían en que no volvería a jugar porque pondría en riesgo su vida, Iker se resistió e incluso salió al paso en sus perfiles de redes sociales para desmentir su retirada a las dos semanas del infarto.
Otro nuevo susto
Durante los días en que estuvo ingresado, Sara Carbonero dio la cara ante los medios de comunicación y fue explicando su evolución, hasta que hubo una comparecencia conjunta de ambos a los cinco días del infarto, con el futbolista especialmente emocionado y desbordado por la situación.
Sin embargo, el 21 de mayo, al día siguiente del cumpleaños del portero, Sara Carbonero anunciaba en su Instagram que había sido operada de un tumor maligno, “cuando aún no nos habíamos recuperado del susto”.
Gracias a su popularidad, Carbonero y Casillas recibían miles de mensajes de ánimo, mientras optaron por una vida más “monacal” a orillas del Duero en Oporto.
Definitivamente, Casillas no pudo comenzar la siguiente temporada con el club y pasó a formar parte del staff técnico, aunque siempre con la esperanza de volver; el Oporto decidió inscribirlo en Liga.
De leyenda a rival
Al final, la salud le obligó a colgar los guantes pero no a abandonar el futbol. El 17 de febrero, tras comunicar al Oporto que dejaba el futbol, Casillas presentó su candidatura para presidir la Real Federación Española de Fútbol (RFEF).
El presidente de la RFEF, Luis Rubiales, que había elogiado al guardameta en un Congreso de la FIFA en París en junio de 2019 -“Iker es una leyenda mundial”, dijo-, señaló días después de que presentase su candidatura que “el fútbol tendrá que contrastar” entre su propia gestión y “lo que quieren aportar los demás”.
Este mismo mes, en una de las muchas conversaciones que Iker ha protagonizado en sus perfiles sociales con excompañeros, aseguraba que quiere aportar al fútbol español “ideas nuevas”, mientras admitía que serán unas “elecciones complejas”, aún sin fecha definitiva en el calendario, debido a la pandemia de covid-19.
Una vitrina de récord
Con un Mundial, dos Eurocopas, tres Champions, cinco Ligas con el Real Madrid y una con el Oporto, Casillas ha tenido que dejar el fútbol, tras haber protagonizado una de las trayectorias internacionales más relevantes en la historia del balompié.
Ha sido incluido hasta en cinco ocasiones en el Once Mundial FIFA y fue elegido otras cinco veces mejor portero del mundo.
Su trayectoria deportiva también ha sido reconocida con el Premio Príncipe de Asturias de los Deportes, la Medalla de Oro de la Real Orden del Mérito Deportivo, la Medalla de Oro de la Comunidad de Madrid y la Gran Cruz de la Real Orden del Mérito Deportivo.
Casillas es el segundo jugador, después de Sergio Ramos, con más internacionalidades con la selección española (167), a la que capitaneó en la Copa Mundial de Sudáfrica en 2010, en la que “La Roja” consiguió el título, y en las dos Eurocopas que logró de forma consecutiva, Austria y Suiza 2008 y Polonia y Ucrania 2012.