El árbitro, el esloveno Slavko Vincic, paró el duelo en el 57 y acompañó a los futbolistas al túnel de vestuarios, donde se quedaron durante unos diez minutos a la espera de que la hinchada albanesa parara el lanzamiento de objetos.
El capitán Ledian Memushaj se acercó al sector de su afición para animarles a que dejaran reanudar el partido y consiguió normalizar la situación.
El resultado es de 1-0 a favor de Italia, que se adelantó en el minuto 10 gracias a un penalti marcado por Daniele De Rossi.