“Hay que ser cuidadoso y preguntarse si Estados Unidos puede ser justo al tomar acciones contra un cuerpo internacional que siente que le fue injusto”, señaló el exdirigente en el artículo, que fue adelantado a la AFP por el opositor Partido Liberal Independiente que Warner lidera en Trinidad y Tobago.
“Pese a lo que Estados Unidos desea hacer ver, si hubieran obtenido la sede, nunca hubiera existido la actual acritud legal”, señaló Warner, quien es acusado por fiscales estadounidenses de haber recibido 10 millones de dólares a cambio de apoyar la candidatura de Sudáfrica para el Mundial de 2010 y se encuentra en la lista roja de los más buscados por Interpol.
Warner, un millonario parlamentario de 72 años en libertad bajo fianza mientras espera una decisión sobre su extradición a Estados Unidos, ha rechazado los cargos en su contra.
Acusó a Estados Unidos de doble moral, alegando que mientras lo quiere procesar por presuntos sobornos, él y el dimitido presidente de la FIFA Joseph Blatter fueron recibidos por Barack Obama en la Casa Blanca, en medio de la campaña norteamericana para lograr la sede del Mundial 2022.
“¿Buscaba el presidente de Estados Unidos que el vicepresidente de la FIFA hiciera lobby por él o lo estaba ‘sobornando’ con una visita y una comida en la Casa Blanca? No lo creo”, escribió Warner en el editorial.