Durante la investigación conducida por Cornel Borbély, director del Comité de Ética, salieron a la luz “otros actos de mala conducta, como el abuso en las políticas de viajes y en la venta de derechos de televisión y la destrucción de pruebas”.
Así, el Comité de Ética expuso que la investigación reveló que una firma de mercadotecnia deportiva tomó una “ventaja desproporcionada” en la venta de entradas de la Copa del Mundo y “Valcke no hizo nada para impedirlo” .
El exsecretario general de la Fifa tomó asimismo, según recoge la investigación, vuelos privados para sus compromisos personales, actuando en contra de los intereses de la Fifa.
“Esto causó un daño económico considerable a la FIFA, mientras que sus intereses privados y personales restaron valor a su capacidad para desempeñar con eficacia sus funciones como secretario general”, aseguró el Comité de Ética.
En el comunicado, la Fifa denunció igualmente que Valcke “intentó conceder los derechos de televisión y medios de comunicación para el Caribe para la Copa Mundial de la Fifa 2018 y 2022 por un precio muy por debajo de su valor real de marcado”.
“Por otra parte, Valcke deliberadamente trató de obstaculizar el procedimiento en curso al intentar eliminar o borrar varios archivos y carpetas pertinentes a la investigación, a pesar de ser consciente de su deber de preservar todos los datos y colaborar con el fin de esclarecer el caso”, señaló.
Por estos actos, el Comité de Ética consideró que Valcke violó los artículos 13 (normas generales de conducta), 15 (fidelización), 16 (confidencialidad), 18 (deber de información, cooperación y presentación de informes), 19 (conflictos de interés), 20 (ofrecimiento y la aceptación de regalos y otros beneficios) y 41 (obligación de las partes a colaborar) del Código Ético.