Rocha entró en la sala de audiencias vestido con campera azul y pantalones oscuros, acompañado de tres abogados, uno de los cuales, William Sullivan, indicó al juez que su cliente se declaraba “no culpable” a los varios cargos por asociación delictiva, lavado de dinero y fraude.
Levy otorgó el arresto domiciliario a Rocha a cambio de una fianza de 1,5 millones de dólares. El acusado deberá residir en el área de Nueva York o en Florida (sudeste de Estados Unidos) y estará bajo monitoreo electrónico permanente.
Su próxima audiencia fue establecida para el 3 de agosto.
Rocha era el último que quedaba detenido en Suiza de los primeros siete exdirigentes futbolísticos arrestados en mayo de 2015, en las vísperas del congreso electivo de la FIFA.
Otros dos exdirigentes del fútbol americano, Juan Ángel Napout y Alfredo Hawit, fueron arrestados en diciembre en Zúrich y entregados también a la justicia estadounidense.
Rocha había aceptado la extradición a su país, pero se oponía a ser enviado a Estados Unidos, cuya justicia le acusa de
haber aceptado sobornos de una empresa de márketing durante el proceso de venta de los partidos de clasificación para el Mundial cuando era el presidente de la Fenifut en 2011.
El pasado 9 de mayo, la justicia suiza rechazó el último recurso de Rocha y decidió su extradición a Estados Unidos.