Los pedidos de embargos atienden a un requerimiento de la Procuraduría de Hacienda Nacional, que acusa al delantero y su familia de haber dejado de pagar unos 63,6 millones de reales (unos US$15,8 millones) al fisco por concepto de impuestos entre los años 2011 y 2013.
La evasión impositiva se habría realizado mediante el pago, por parte del Barcelona, de derechos de imagen del jugador a dos de sus empresas de marketing deportivo.
Según Hacienda, esos pagos, en realidad, deberían haberse realizado como salarios, lo que habría generado impuestos mayores a los que de hecho se pagaron.
El tribunal ordenó el bloqueo del 150 % de esa suma para asegurar el pago de la deuda tributaria, sus intereses y la posible multa que se podría aplicar.
El ente fiscal brasileño considera que Neymar evadió impuestos porque declaró el dinero que percibió por su fichaje por el Barcelona como ganancias de sus empresas, y no como un rendimiento de su trabajo.
Además, el fisco le acusa de omitir de su declaración de impuestos el cobro de servicios de publicidad y de derechos de imagen relacionados a su fichaje.
Las supuestas irregularidades cometidas durante la transferencia del delantero del Santos al Barcelona también son investigadas por la Justicia española.
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