Al recordar el pasado 31 de agosto, Navas dijo e una entrevista con el programa 'El Partido de las 12' de la cadena COPE: “Fue complicado. Me desperté como un día normal, pero por la tarde empiezan a sonar los teléfonos. Me llama mi representante y me dice que hay un tema que se está moviendo y que esté atento al teléfono”.
“Pensé: que pase lo que Dios quiera. Yo estoy tranquilo. No me quiero ir, pero si me tengo que ir es porque Dios quiere que me vaya. Y al final Dios no quiso que me fuera”, dijo.
“Era una situación complicada. A uno se le pasan muchos pensamientos por la cabeza, pero en esos momentos siempre uno trata de ser lo más coherente posible y ver que es lo que realmente hay para el futuro. Y yo, obviamente, quería jugar y tenía un año de no jugar, viendo cómo los demás juegan. Eso es difícil y a nadie le gusta. Yo quería jugar y al final es lo que pasó”, agregó.
Navas explica que su representante le llamó a las 5 o las 6 de la tarde para decirle que tenía que irse a Mánchester: “Mi representante es el que estaba hablando con todo el mundo que tenía que hablar y yo estaba esperando a que me dijeran que es lo que tenía que hacer”.
Supo “a las siete y algo” que tenía que viajar a Mánchester. “Fui a Barajas y estuvimos esperando en una salita con mi esposa. Pero no estuvimos subidos en el avión como se ha dicho. Sí lo vi cerquita”.
Navas niega que fuera sometido a un reconocimiento médico en el avión: “Eso es mentira, ni en el aeropuerto tampoco. Fue en Valdebebas, al volver de Barajas”. Además reveló que firmó el traspaso en una camilla: “Todo fue muy rápido y no había tiempo”.
“Después mi representante me dijo que no había dado tiempo y pregunté: '¿Me puedo ir?'. Me fui para mi casa. Fue un día complicado y difícil, y ahí fue cuando lloré. Siempre trato de ser fuerte, poner el pecho y seguir hacia adelante”, agregó.
Sobre el entrenador del equipo, Rafa Benítez, Navas dijo: “Lo que hablo con él queda entre nosotros. Pero él me animó y me dijo que estaba contento conmigo y que me apoyaba”.
Sobre el apoyo que recibe de los madridistas, Navas comentó: “Me motiva y me llena de orgullo que la afición me quiera. Siempre he sido una persona humilde, desde pequeño, y si a la gente le gusta, eso me pone contento”.
Cuando supo que finalmente se quedaba en el Real Madrid, Navas lloró por todo. “Le dije a mi esposa que yo por dentro quería estar en el Madrid. Dios me ha dado esa oportunidad y no pienso desaprovecharla”.