“Tenía 14 años cuando me hice mi primer tatuaje. En realidad no te puedes tatuar antes de los 18 años, pero era un gran fanático de la Champions League. Entonces me hice el logo a esa edad”, desveló tiempo atrás el futbolista.
💬 "YO SABÍA QUE LO IBA A LOGRAR, ESTO LO QUISE DESDE CHICO" @simeonegiovanni 🇦🇷 marcó su primer gol en la #CHAMPIONSxESPN y contó el por qué de su emoción tras su primer gol en la competición. ⚽🙌 pic.twitter.com/iAWvSxrQPp
— ESPN Fútbol Argentina (@ESPNFutbolArg) September 7, 2022
Su padre, Diego Pablo Simeone, entrenador del Atlético de Madrid, no aprobó la decisión de su hijo de tatuarse a tan temprana edad. Pero al “Cholito” no le importó. Sabía que algún día jugaría la Champions y que marcaría.
Comenzó entonces su periplo futbolístico. Tres temporadas en River y dos en Banfield bastaron para dar el salto a Europa, directamente a Italia, donde lleva desde 2016. Estuvo una temporada en el Génova, dos en la “Fiore” y tres en el Cagliari antes de hacerse un nombre entre los grandes goleadores de la Serie A en el Hellas Verona, donde, en calidad de cedido, rubricó 17 tantos.
Siendo protagonista indiscutible en Verona, el Nápoles llamó a su puerta ofreciéndole dar el salto a un grande de Italia. Era la oportunidad perfecta para seguir creciendo y, además, hacerlo de la mano de una ciudad con tanto en común con Argentina, rodeada por la mística de “El Diego”, considerado un dios en la ciudad partenopea. Oferta irrechazable, no se lo pensó el ariete argentino. Iba a participar en la Champions en un equipo histórico bajo la mirada de Maradona. No podía pedir mucho más.
Algo más de trece años después de hacerse el tatuaje llegó el día más esperado de Gio Simeone: su debut en Liga de Campeones. Empezó desde el banquillo, como está siendo habitual desde el inicio de campaña, pero Osihmen llegó muy justo al choque, estaba tocado y solo pudo aguantar 40 minutos dando guerra a Van Dijk y Joe Gómez.
Raspadori partía con ventaja para ser el sustituto del nigeriano, pero Spalletti escogió a “El Cholito”, le mandó a calentar y un minuto más tarde estaba preparado para pisar el verde del Diego Armando Maradona en Liga de Campeones ante el subcampeón de Europa. Casi nada.
Tres minutos fueron suficientes para el argentino. Entró en el minuto 41 y en el 43 ya le cogió la espalda a Van Dijk y remachó el pase de Kvaratskhelia al fondo de la red. Estalló Nápoles, era una fiesta, todos sonreían. Todos menos “El Cholito”, que se dejó caer llorando, emocionado, al ver cómo había hecho realidad su sueño de niño.
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Finalizado el encuentro, Simeone atendió a los medios de comunicación y recordó la historia. Ya era una noche perfecta para él, pero mientras hablaba pusieron en el video marcador el final del partido entre el Atlético de Madrid y el Oporto, justo en el momento en el que Griezmann dio la victoria a los rojiblancos y Simeone padre se pegaba una carrera para celebrarlo con sus jugadores.
Cholito 💙 #NapoliLiverpool #Simeone pic.twitter.com/NUgsyFQSu0
— Ralph Luís Sílvio Platos (@AntoCifa) September 7, 2022
No podía creerlo Gio. Más alegría para una noche que jamás olvidará. Una noche en la que cumplió el sueño que tenía cuando se tatuó el logo de la Champions con 14 años.
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