Andersson alineó una delantera inédita, con Isak e Kulusevski, quizás las mayores promesas del fútbol sueco. La perla de la Juventus, que en Suecia ha jugado de interior, mostró su preferencia por que lo pusieran como atacante. Y el seleccionador pareció escucharle.
Los dos delanteros insinuaron algunas buenas combinaciones, pero su rendimiento general estuvo claramente por debajo de lo que cabe esperar de su talento, lo que hace suponer que no repetirán de salida contra España. Menos aún si se tiene en cuenta que el que sí marcó fue el veterano Berg, muy del gusto del seleccionador.
La defensa, con hasta tres jugadores aún no disponibles por diversos problemas físicos, completó una actuación solvente, quitado un exceso de confianza de Lindelöf. Danielson hasta marcó el 2-0 en un cabezazo que rebotó en un defensor.
Antes, Suecia ya se había adelantado en un tiro lejano de falta de Fosberg, de nuevo el mejor del ataque sueco como contra Finlandia, que Jurtjenko se comió de forma lastimosa.
El portero armenio se resarció luego parando un penalti, que habría sido el 3-0. Y con un par de manos a un cabezazo de Lindelöf y alguna ocasión más. Hasta media docena de oportunidades acumuló Suecia, muy superior en una primera parte que podría haber acabado en goleada.
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A ello contribuyó Armenia, con varias novedades en el once titular y que estuvo muy lejos del nivel mostrado en la fase de clasificación al Mundial, donde suma pleno de puntos en tres partidos en el grupo de Alemania, que lidera sorprendentemente.
Que a Joaquín Caparrós no le gustó lo que vio en la primera parte quedó patente después del descanso. Cuatro cambios, tres en el centro del campo hizo el exentrenador del Sevilla. Armenia mejoró, aunque tampoco creaba peligro.
Pudo cerrar el partido Ekdal, que se vio tan solo dentro del área, que tardó una eternidad y acabó perdiendo el balón. Pero fue Bichakhchyan el que recogió el rechace de Olsen a su propio tiro para cabecear a gol la primera y única ocasión clara de su equipo.
A Suecia le entraron algunas dudas, aunque Armenia no tuvo ninguna opción real de empatar. Hasta que un buen pase de Quaison, dejó solo a Berg, que definió sin problemas y cerró el partido.
