Mateo llegó a la clínica de fundación Pérez Scremini en Uruguay, que apadrina Luis Suárez para tratarse la enfermedad.
Junto a su médico, Mateo se sentó frente a una computadora a esperar la llamada del supuesto médico para hablarle del tratamiento que debía comenzar a llevar.
La cara del niño cambió y se mostró confundio cuando el doctor le preguntó si había gritado en alguna vez un gol de él.
“Nosotros los médicos también jugámos al futbol a veces”, dijo Suárez, sin dejarse ver en la pantalla de la videollamada.
Segundos después las lágrimas de emoción hicieron brilar los ojos de Matero cuando vio que el jugador del Barcelona era quien hablaba con él.
Luis Suárez le pidió que hiciera caso al tratamiento y a todas las instrucciones de los médicos que lo tratan y que a cambio le obsequiaría una camisa de las que utiliza cuando juega con el Barcelona.
Este es el video de la promesa de Suárez.