Esta vez, sin embargo, añadió una expulsión evitable que le impedirá jugar la final de la Copa del Rey del fútbol español y unas explosivas declaraciones al final del choque.
Suárez vivió una noche de furia y durante la primera parte bien pudo ser expulsado por una durísima patada al central del Atlético de Madrid Stefan Savic que el árbitro no vio. Sí vio la roja a cuatro minutos del final por un codazo que el acta arbitral calificó como “temerario” y que provocó su rabiosa indignación.
😐 ⚽️
¡@LuisSuarez9 y un historial de oportunidades perdidas!
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— ESPN.com.mx (@ESPNmx) February 8, 2017
Porque ahí no acabó el “show” de Suárez, pues tras ser expulsado “retrasó su salida del terreno de juego de manera considerable”, según el escrito del juez del encuentro.
El acta arbitral añadió que “una vez fuera del terreno de juego permaneció en las escaleras de acceso al túnel de vestuarios observando el partido hasta que éste finalizó, a pesar de que el cuarto árbitro comunicó en reiteradas ocasiones de que debía marcharse a los vestuarios, haciendo nuevamente caso omiso a estas instrucciones”.
A todo esto hay que añadir sus declaraciones. “Se veía venir”, dijo. Y añadió: “Me río de la expulsión porque parece que era lo que quería el árbitro”.
Las palabras del delantero azulgrana provocaron una reacción del Comité de Árbitros, que hoy denunció a Competición las palabras del uruguayo, según publicaron las webs de los medios españoles. De tal forma que Suárez podría ser sancionado con varios partidos.
Al mismo tiempo, las ediciones digitales de los periódicos difundieron una imagen de televisión en las que se vio una mirada poco amigable de Lionel Messi al uruguayo, que muchos entendieron como una reprobación al delantero por haber dejado al Barcelona sin uno de sus jugadores más importantes en la final de Copa.
El Barcelona tiene intención de recurrir la sanción al entender que la segunda amarilla que vio era inmerecida. Así, y casi como un desafío, ya incluyó la figura del uruguayo en primer plano en los carteles promocionales de la próxima final de Copa. Pero los antecedentes obligan a pensar que no es muy probable que le anulen la tarjeta.
Lo que es innegable es que Suárez experimentó en los últimos meses un aumento progresivo de su nivel de emotividad hasta convertirse en el auténtico “bad boy” de un equipo que siempre defendió la exquisitez de su juego y formas con emblemas tan visibles como los de Messi o Andrés Iniesta.
De algún modo, el Barcelona evocó con Suárez la figura del legendario futbolista búlgaro Hristo Stoickhov, el rostro más desafiante del histórico “Dream Team” que fabricó Johan Cruyff entre 1988 y 1996. Como aquel, el uruguayo se convirtió en un futbolista tan amado por los suyos como odiado por los enemigos.