En la previa del último partido de Liga del PSG, que se mide al Metz en el Parque de los Príncipes, los aledaños del estadio contaban con una notable afluencia de público, muchos ataviados con el número 7 de la estrella francesa y un gran número de fuera de Francia (británicos, ingleses o brasileños).
Amaury Bellot, de 24 años, estaba en primera línea esperando a que el autobús del club transporte a los jugadores. Ataviado con la equipación blanco del PSG, no podía ocultar satisfacción.
“Es lo que su mamá decía, hay otras cosas aparte del fútbol, como la manera de dirigir el club, su gestión, son cosas que le han convencido”, sostuvo en declaraciones a EFE el joven, para quien levantar la Champions es ahora más que una obligación.
“Todos los años es igual, se gasta mucho dinero y nada. Desde luego no hay excusas para no ganarla”, comentó.
A pocos metros, Antony C., de 33 años, consideró que la decisión de quedarse de Mbappé no ha sido solo por el dinero. “Creo que ha pesado también su vida en París. Esperemos que se haga oficial”, aclaró.
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𝐈𝐜𝐢 𝐜’𝐞𝐬𝐭 𝐏𝐚𝐫𝐢𝐬
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— Paris Saint-Germain (@PSG_espanol) May 21, 2022
A la salida del metro, el joven Enzo Giraudeau porta orgulloso el número 7 de Mbappé. “Se podría haber ido perfectamente al Real Madrid, pero estoy muy contento por que se quede. Es una elección que tranquiliza a los parisinos”.
Para Giraudeau, el dinero ofrecido a Mbappé por la dirección qatarí del PSG “ha podido contar”, pero también “el apoyo” que el jugador recibe de la hinchada parisina.