Fue durante el Maracanazo, como se recuerda a la “trágica” final del Mundial de 1950 en la que Brasil perdió ante Uruguay por 2-1, cuando, con tan solo ocho años, Edson Arantes do Nascimento Pelé se prometió a sí mismo ser una estrella.
Pelé cuenta que su padre, también jugador de futbol, no pudo contener las lágrimas ante la derrota que estremeció a toda una nación y el entonces chiquillo le dijo a su primogénito: “No llores papá, que yo voy a ganar una Copa del Mundo para ti”.
Dicho y hecho. En 1958, con 17 años, el eterno 10 brasileño fue pieza clave en la final del Mundial de Suecia, en la que Brasil se impuso por 2-5, con dos goles del adolescente Edson y quien para entonces se convertía en el terno Pelé.
Brasil coronaba a su nuevo rey, quien con sus lanzamientos a puerta desde medio campo, sus regates sin tocar el balón y sus paradas antes de chutar un penalti mostró al mundo que el futbol también era cosa de pobres y negros.
Con la selección, después de la gloria en 1958, Pelé disputó el Mundial de Chile 1962 y tuvo que celebrar el título fuera de la cancha por una lesión. Inglaterra 1966 fue un torneo para olvidar, pero O Rei volvió con más fuerza en México70, cuando muchos no creían que a sus treinta años sería el gran bastión de esa Copa del Mundo.
Tras colgar las botas, Pelé fue embajador de la ONU y ministro de Deportes del expresidente Fernando Henrique Cardoso (1995-1998) ; probó su faceta de cantante, hizo sus pinitos en el mundo del cine y se lucró con la publicidad, un negocio que le ha llevado a pasar de puntillas en algunos aspectos controvertidos.
Dedicó prácticamente toda su carrera al Santos brasileño, equipo en el que jugó 18 años de su carrera, anotó 1 mil 091 goles y se retiró el 3 de octubre de 1974 antes de irse para el Cosmos estadounidense, en el que militó hasta su retirada definitiva, en 1977, en el primer gran paso para profesionalizar el soccer en Norteamérica.
Fue en esa época cuando a Pelé le extirparon un riñón como consecuencia de una lesión sufrida en el Santos, una noticia que apenas fue conocida años después a raíz de una infección urinaria que le llevó a permanecer ingresado en el hospital varias veces en 2014 y 2015.
En una de sus salidas el astro aseguró: “Nunca tuve miedo de morir. Soy un hombre de tres corazones”. Pelé se refería a su ciudad, Tres Coraoes, en el estado de Minas Gerais, donde nació el 23 de octubre de 1940 en el seno de una familia humilde.
Su inconfundible talento fue descubierto a los once años por el futbolista Waldemar de Brito, quien en 1956 lo llevó al modesto Baurú, club del interior de Sao Paulo, y lo presentó como el “niño que será el mejor jugador de fútbol del mundo” .
De Brito no estaba equivocado. Décadas más tarde, la Fifa le coronó como el mejor atleta del siglo XX.
Su reconocimiento extrapoló las fronteras de Brasil y cuentan que en 1966, durante la guerra civil del entonces llamado Congo belga, las fuerzas rivales declararon una tregua para que Pelé y su equipo, el Santos, pudiesen actuar en el país africano.
Tres años más tarde, varias ciudades querían festejar el milésimo gol de Pelé sin importarle a los aficionados que fuese anotado contra su propio equipo, incluso llegando a abuchear a porteros y defensores locales que evitaron la histórica anotación.
Pero fue en el mítico estadio Maracaná, en un partido contra el Vasco da Gama, cuando Pelé consiguió esa marca personal y se la dedicó a todos los niños.
En la misma época, cuando el Santos estaba de gira por Colombia, el árbitro local Guillermo Chato Velásquez lo expulsó para decepción del público en el estadio El Campín, que quería ver al ídolo mundial, y nació una nueva anécdota en su historia: el juez fue presionado para retirarse y Pelé volvió al terreno de juego.
El exfutbolista se casó dos veces y tiene siete hijos reconocidos, entre ellos el exportero Edinho, con problemas con la justicia. Otro hijo, Joshua, y un nieto, Octavio Felinto, intentan seguir en el mundo del fútbol los pasos del legendario astro.
Es precisamente con la familia, lejos de homenajes y fiestas, con la que Pelé viajó a su hacienda en el interior del estado de Sao Paulo para celebrar en la intimidad mañana su cumpleaños número 75, según anunció su oficina de prensa.