El Bayern de Múnich se impuso el miércoles por 3-0 a un RB Leipzig que jugó una hora con 10 hombres en el duelo en la cumbre. Pero, la Bundesliga cuenta con 34 jornadas. El RB Leipzig ha logrado 36 puntos en 16 partidos. Algunos años atrás, habría sido suficiente para ser campeón.
Un juego físicamente exigente
Uno de los principales elementos de la ecuación es el juego entusiasta impuesto por el técnico Ralph Hasenhüttl, pero también físicamente exigente para los jugadores.
“El Leipzig es rápido, compacto y voraz”, afirmó el entrenador del Hertha Berlín Pal Dardai. Pero, El estilo de juego del Leipzig no se basa solo en la posesión sino también en la presión muy alta y en las transiciones ultrarápidas para crear jugadas de peligro.
Las estadísticas reflejan que los pupilos de Hasenhüttl corren cuatro kilómetros más de media que sus rivales en esta primera parte de la temporada.
Esta forma de jugar se debe a que la plantilla está compuesta por jugadores jóvenes, una media de edad de 23 años, aunque no tiene profundidad de banquillo.
La calidad individual del ataque del Bayern Múnich formada por Thomas Muller, el polaco Robert Lewandowski y el holandés Arjen Robben supera a la del Leipzig.
Más de la mitad de sus jugadores jugaban en la segunda división la pasada temporada. Sin embargo, la ventaja del Leipzig pasa por que no disputa ninguna competición europea.
Sin estrellas
El Leipzig carece de jugadores estrellas. “Antes de fichar a un jugador, nos informamos de su carácter”, destaca el director deportivo Ralf Rangnick.
“Para el estilo de fútbol que nosotros practicamos, necesitamos jugadores de equipo, de colectivo. No queremos futbolistas que, después de haber marcado un gol, se marchen a celebrarlo solo con el público”, prosigue Rangnick.
Hasta el momento, todos en Leipzig hacen el esfuerzo por estar al servicio del equipo. Sin este espíritu, sería poco probable que el RB pudiera estar en lo más alto.
Además, la mayor ventaja de los jugadores es la falta de presión. Su increíble inicio de temporada ha sorprendido a todo el mundo y la derrota contra el Bayern Múnich parecía lo más normal para el entrenador y los comentaristas.
El propietario del club Dietrich Mateschitz, fundador de la marca de bebidas Red Bull, señaló que el objetivo del equipo es terminar entre los seis primeros para conseguir una plaza en una competición europea.
“Si me preguntan si quiero ser campeón, diré que sí, pero no creo que sea realista esta temporada”, declaró Ralf Rangnick.
Pero, el proyecto a largo término del Red Bull pasa por disputar la supremacía al Bayern Múnich y asentarse en la Liga de Campeones.
“Si no quisiéramos eso, entonces mejor dejar el fútbol”, declaró Mateschitz en 2014, cuando el equipo acababa de ascender a la segunda división.
Nadie pensaba que podría estar en la cabeza de la tabla de clasificación en su primer año en la división de honor. En mayo se verá si aguanta.