Así lo contó al periódico italiano Tuttosport Luis Lourenço uno de sus compañeros en la pensión del Sporting de Lisboa.
Lourenço recuerda que al pensar en Cristiano lo primero que se le viene a la mente es al jugador de la Juventus de Turín cuando tenía doce años.
“Él acababa de llegar a Lisboa desde Madeira. Recuerdo como si fuera hoy cuando fue a su habitación a llorar después de hablar por teléfono con su familia. Estaba tan nostálgico que no podía soportarlo. Pero nunca olvidaré su felicidad incluso después del debut en el primer equipo del Sporting”, señaló Lourenço.
Además, contó que por la noches Cristiano se escapaba de la pensión para ir al gimnasio, quería estar siempre en forma.
“Recuerdo que se escapaba secretamente al gimnasio. Convenció al gerente para que lo dejaran abierto”, señaló el excompañero de Cristiano quien asegura que pasaban mucho tiempo juntos desafiándose en otros deportes.
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“La relajación no existía para Cristiano. Todos los días eran buenos para entrenar y trabajar cada vez más para mejorar. Era un niño en ese momento, pero la actitud era la de un campeón”, enfatizó.
CR7 estuvo en las inferiores del Sporting de Portugal entre 1997 y 2002.
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