1. Golpe de autoridad de Cristiano Ronaldo: se le esperaba titular en el Camp Nou pero Zinedine Zidane volvió a mostrar su mano de entrenador y el estilo de llevar a las estrellas, para convencer a su referente de volver a ser suplente en una nueva final tras la de la Supercopa de Europa. Pactaron más minutos en la segunda parte y Cristiano salió con ganas de comerse al Camp Nou. Lo consiguió marcando uno de sus mejores goles en un Clásico, ya son 11 en 14 partidos, y ejerciendo un liderazgo absoluto desde que entró en escena para reivindicarse en su eterna lucha individual ante Leo Messi.
Duro castigo:
2. Kovacic como referente del trabajo defensivo del bloque: la baja de Luka Modric por sanción provocó la apuesta de Zidane por Kovacic con una función principal, frenar a Messi con un marcaje individual. En campo propio fue la sombra del argentino, siempre con un sistema de ayudas que minimizasen las carreras verticales del astro del Barcelona. En fase ofensiva dio un recital de coberturas para el compañero que la necesitaba. Ramos le destacó como la clave en ese futbol invisible y trabajo sucio, que lideró junto a un equipo que se sacrificó para recibir un solo gol y de penalti.
3. La brillantez de Isco Alarcón: se ha echado al Real Madrid a sus espaldas y en cada partido muestra que la mayor de las injusticias sería un regreso al banquillo para la entrada de la BBC. Zidane así lo entiende y comprueba que su equipo siempre juega mejor con cuatro centrocampistas. Isco le responde con liderazgo, dejando la mayor influencia que un futbolista puede ejercer sobre un estilo, con gestos de magia con el balón que le convierten en el heredero de Andrés Iniesta en el futbol español a la hora de bailar jugando al futbol. Los dos primeros goles nacieron de él y realizó una nueva lectura magnífica del partido para incluso llevarse aplausos del Camp Nou.
4. La profundidad de banquillo madridista: la realidad entre un Barcelona en plena reconstrucción que aún asume el golpe anímico de perder a un futbolista de la magnitud de Neymar y un Real Madrid en etapa de éxito con sus pilares asentados, se vio en el once con todo lo que tiene de Ernesto Valverde y la profundidad de banquillo de Zidane. El partido se decantó con los cambios. La entrada en escena de Cristiano, Marco Asensio y finalmente Lucas Vázquez. El duelo en la pizarra también cayó del lado del técnico madridista.
5. La estrella de Asensio: lo había conseguido en su primera aparición como madridista en la Supercopa de Europa ante el Sevilla, lo repitió en su estreno liguero frente a la Real Sociedad y en Liga e Campeones contra el Legia. No podía faltar frente a la Cultural Leonesa en Copa del Rey y, aunque parezca increíble, volvió a marcar en la que le faltaba: la Supercopa de España. Asensio dejó un golazo que pudo ser la puntilla y el segundo título de la temporada que empieza para el Real Madrid.