El astro brasileño del PSG fue uno de los cinco jugadores expulsados en el descuento final del Clásico que su equipo perdió 1-0 ante el Marsella, en la 3 jornada de la Ligue 1. Dio un ligero golpe en la parte trasera de la cabeza al defensa español Álvaro González, al que acusó de “racismo” durante ese partido.
El también jugador del PSG Ángel Di María, por su parte, fue convocado para la próxima reunión de la Comisión de Disciplina, el 23 de septiembre, por escupir en dirección a Álvaro en ese tenso partido del domingo.
Sobre las acusaciones de racismo, “las certidumbres no son suficientes para convocar a los jugadores”, declaró el presidente de la Comisión de Disciplina, Sébastien Deneux, que añadió que la instrucción consistirá en un análisis más profundo de las imágenes de las conversaciones e intercambios entre el español y el brasileño.
El objetivo será establecer “lo que efectivamente se dice y lo que efectivamente se oye”, añadió el responsable, subrayando que su comisión solo se pronuncia sobre “elementos objetivos, tangibles”.
A la pregunta sobre si este expediente afectará también a las posibles palabras homófobas que pudo haber pronunciado Neymar, Sébastien Deneux respondió: “Esta noche, estábamos requeridos sobre las eventuales palabras de carácter racista de Álvaro. Hay que hablar con la mayor de las prudencias. La instrucción permitirá revelar si hay otros hechos susceptibles de conllevar consecuencias en el plano disciplinario”.
¿Y Kurzawa?
Entre los otros jugadores que participaron en la disputa colectiva del descuento y que fueron expulsados, el defensa Layvin Kurzawa (PSG) recibió la mayor pena, con seis partidos de suspensión, por su patada a Jordan Amavi (Marsella), que estará suspendido tres partidos.
El mediocampista argentino del PSG Leandro Paredes y su compatriota Darío Benedetto (Marsella) fueron suspendidos respectivamente con dos partidos en firme y uno en suspenso, y con un partido.
Neymar, con dos partidos de suspensión en firme, podrá reparecer en Reims (27 septiembre). El partido ante el Marsella suponía el regreso de Neymar a la competición tras superar el covid-19. Esta suspensión supone un nuevo episodio de los ataques de rabia vivido por el jugador brasileño desde su llegada en 2017 al PSG.