“La FA podrá actuar de forma retrospectiva cuando haya evidencias claras de que el árbitro haya sido engañado por un acto de simulación y como resultado haya un penal o una expulsión”, explicó la FA en un comunicado.
Los que decidirán la sanción serán un ex árbitro, un ex entrenador y un ex jugador, que tendrán acceso a la grabación de la jugada. Si unánimemente se llega a la conclusión de que fingió, el futbolista será suspendido con dos partidos.
En el fútbol escocés ya existe una regla similar desde 2011.