Con este resultado, The Strongest sigue de líder en la llave con 7 puntos, escoltado por River con 5. Le siguen el brasileño Sao Paulo (2) y el venezolano Trujillanos (1), que empataron en la misma fecha a un gol por lado.
Argentinos y bolivianos se medirán en la próxima fecha de la llave el 6 de abril en Buenos Aires, mientras que un día antes se enfrentarán brasileños y venezolanos en Sao Paulo.
Al arrancar el partido, The Strongest pisó el pedal del acelerador a fondo desde los primeros minutos, para desgastar y asfixiar a River Plate en los 3 mil 600 metros de altitud de La Paz.
El capitán de los altiplánicos Pablo Escobar desplegó su oficio de cerebro del ataque contra el pórtico de Marcelo Barovero. Es así que inquietaron a los 10 minutos, cuando el atacante Rodrigo Ramallo aprovechó un descuido de la defensa para cachetear el balón que chocó milagrosamente en el poste.
Los locales se esforzaron por encajonar a los millonarios en su sector, para impedirles que pudieran descomprimir la presión e impedir que el aire les llegara a los pulmones.
Pero contra el dibujo que se veía en la cancha, River Plate abrió el marcador a los 17 con una jugada heterodoxa, que comenzó con la pelota parada. Se cobró una falta y el uruguayo Rodrigo Mora golpeó de media vuelta, como de tijera, para elevar el esférico por encima de la defensa y el arquero Daniel Vaca.
The Strongest sostuvo la presión pero se chocó con la muralla desplegada por la defensa, principalmente por la labor del portero Barovero y los defensas Emanuel Mammana y el colombiano Eder lvarez Balanta, que ahogaron varias veces el grito de gol. También la suerte estuvo del lado del equipo argentino.
Para el segundo tiempo, River Plate niveló de mejor manera el juego, con la experiencia de sus jugadores y con su historia de último campeón de la Copa Libertadores de América. Lanzó punzantes ataques que le dieron una gran posibilidad para subir el marcador que hubiera sido merecido, pues los locales fueron más presas de la imprecisión.
El trajín del encuentro en la altura de La Paz mostró a varios jugadores visitantes muy cansados y aprovechando para recuperar aire, cada vez que el balón se detenía por cualquier razón.
Los bolivianos, aunque desordenados, apelaron a su tradicional garra, aunque River era mejor en la cancha, pese a que estaba jugando en la difícil plaza que es el “nido del cóndor” en Bolivia.
The Strongest machacó tanto que alcanzó el premio a su desesperación. El diminuto volante Alejandro Chumacero se sacó de encima a dos jugadores de la visita con un impecable recorte en el área grande, se perfiló con la derecha y de potente remate quebró la resistencia de Barovero. Una explosión de júbilo retumbó en el estadio boliviano.
Ese resultado caldeó los ánimos en los descuentos, lo que obligó al árbitro paraguayo Julio Quintana a expulsar por agresión mutua al boliviano Rodrigo Ramallo y al argentino Leonardo Ponzio.
River Plate estuvo a escasos minutos de llevarse tres valiosos y meritorios puntos que lo habrían hecho líder, pero se quedó con los crespos hechos. Desde hace 46 años que no logra una victoria en el suelo de los Andes.