El zaguero recordó que a su compatriota Vanderlei Luxemburgo le dejaron claro que tenían la costumbre de tomar vino y cerveza antes de cenar.
“En cada mesa siempre había dos botellas de vino. Ronaldo y yo le dijimos: ‘Profesor, la gente aquí tiene sus costumbres, lo va a ver, pero intente no quitar las botellas de vino y cerveza de la mesa porque sino vamos a tener problemas’”, advirtieron.
Pero Luxemburgo no hizo caso y les quitó primero la cerveza y después el vino. “Duró tres meses. El mundo del futbol es pequeño, las noticias llegan rápido a la directiva y… chau”, recordó quien se consolidó como uno de los jugadores más queridos por el madridismo.
Lee también: Mujeres iraníes asisten libremente a un partido de futbol por primera vez en décadas
Del paso de José Del Bosque por la dirección técnica del Real Madrid el brasileño asegura que “Era más un amigo. No necesitaba reglas”, “el jugador sabía lo que tenía que hacer. Y él nos entendía perfectamente”, agrega Roberto Carlos.
Era tan grande el dominio del grupo en el vestuario impuso la hora de entrenamiento de los lunes a las 17.00 horas.
Ojalá los documentales de futbolistas se hubieran puesto de moda en la época de los Galácticos. Escuchando a Roberto Carlos hubieran tenido bastante éxito… y bastante censura. pic.twitter.com/vE3MD0CAkm
— emmanuel ramiro (@emmanuelrf) October 10, 2019
Pero todo cambió con la llegada de José Camacho quien chocó con los jugadores e intentó hacer que los futbolistas llegaran a las 7.00 horas.
“En la época de los galácticos éramos siete… imagínate, era un peligro ese vestuario. Siempre lo controlamos bien, teníamos buena relación, menos con Camacho que aguantó diez días”, explicó.
Camacho “llegó al vestuario, saludó a todo el mundo, muy serio y con historia en el Real Madrid. Yo solo observaba a ver qué iba a decir. ‘Quiero a todo el mundo mañana a las 7.00 de la mañana’. Hablamos con él para intentar cambiar el horario, nosotros teníamos nuestras costumbres”, recordó Roberto Carlos.
Después de los partidos los galácticos viajaban en sus aviones privados para viajar a cualquier lugar donde se pudieran divertir.
El defensa brasileño rezaba para que los partidos fueran sábado y tener los domingos para ir a la Fórmula 1.
“ Nos encontrábamos en la terminal privada de Barajas. Era Beckham que iba a no sé dónde, Figo, Zidane que iba a tal lugar, Ronaldo, yo… y teníamos que entrenar pasado mañana”.
Contenido relacionado
> Messi hace realidad el sueño de Emanuel Arias, el niño que estuvo a punto de perder las piernas