“Vamos a hacerles llegar salchichas blancas y cerveza de Múnich”, anunció entonces el directivo.
Seis semanas después de su promesa, el presidente de 61 años se presentó en Ingolstadt, situada a 80 kilómetros de Múnich, con suficientes salchichas y bretzels para 80 personas.
“Gracias al Bayern por las salchichas prometidas. Promesa cumplida”, agradeció el Ingolstadt en su cuenta de Twitter, con una fotografía de los dos presidentes.
Thanks for the promised sausages, @FCBayernEN 👏 #wordkept #Schanzer #FCIRBL pic.twitter.com/M4eeAU8olE
— FC Ingolstadt 04_EN (@Schanzer_EN) January 24, 2017