Neymar, fichado este año por el PSG por el récord de €222 millones, y Cavani, que está en el club desde 2013, mantuvieron una disputa en pleno terreno de juego el pasado domingo en la vitoria ante el Lyon (2-0) para lanzar un penal en el 79.
El uruguayo, el encargado de tirar los últimos, volvió a ser el responsable, pero falló el lanzamiento.
Aunque la prensa francesa aseveró que los dos casi llegan a las manos en el vestuario al término del partido, el exfutbolista Anderson apuntó que no vio “un problema de 'egos'” y adelantó que si Cavani hubiese marcado no habría habido polémica.
“Es el típico detalle que siempre se aborda en la charla del entrenador. Los nombres incluso se escriben en una pizarra antes del encuentro”, contó el legendario delantero.
Para resolver este roce y no contaminar al resto del vestuario, donde se especula que hay un “clan brasileño” favorable a Neymar, la papeleta conciliadora le corresponde al entrenador español Unai Emery, quien, de momento, se ha mostrado tibio públicamente.
Según el diario “L'Équipe”, el origen de la disputa está en las primas por goles, Cavani, autor de 49 tantos la temporada pasada, tiene un pago extra de cerca de un millón de euros si consigue ser el máximo goleador de la Ligue 1, como lo fue el pasado curso.
“L'Équipe” se preguntó si el propio Neymar no tendrá una cláusula similar en su contrato, que pueda alimentar su deseo de lanzar los penaltis.