El ataque tuvo lugar en las inmediaciones del estadio Signal Iduna Park, donde acudieron cerca de 81 mil 630 personas para ver el triunfo del Dortmund por 1-0.
“Antes del partido, en el barrio Strobelallee (al lado del estadio), piedras y latas fueron lanzadas a un grupo de aficionados del Leipzig”, informó la policía a través de un comunicado.
La policía informó de la detención de 28 personas por posesión de explosivos, actos violentos, desorden público, insultos e insubordinación.
El Leipzig no fue capaz de confirmar a la agencia SID, filial alemana de la AFP, cuántos de sus seguidores resultaron heridos, aunque el diario Bild informó que 10 personas fueron hospitalizadas.
En un comunicado publicado el la web del Dortmund, firmado conjuntamente por el presidente Reinhard Rauball y el presidente ejecutivo Hans-Joachim Watzke, el club se distanció de los hechos, “rechazando enérgicamente toda forma de agresión”.
“Os aseguramos: ¡el BVB realizará todo lo posible, para aclarar esta conducta indebida por parte de ciertos aficionados, además de sancionarla fuertemente de acuerdo a las posibilidades disponibles!”, agregó el texto.
Los directivos piden disculpas por lo ocurrido e instan a todo aquel que fuese testigo de las agresiones a presentarse ante la policía y facilitar informaciones “que puedan ser de ayuda para la identificación de los delincuentes”.
El club finalizó el mensaje con una advertencia: “Para que quede totalmente claro: quien no es capaz de manifestar su opinión con argumentos, sino que emplea para ello pura agresión y ofensas denigrantes, no debe ser, ni formará parte de la familia del BVB”.