Francia empezó como un tiro y le bastaron seis minutos para cerrar el partido. Marcó en sus dos primeras ocasiones, ambas a cargo de Giroud y con la ayuda de Schmeichel.
En la primera, se quedó solo tras un pase de Martial. Su remate se lo tragó el portero danés, que dos minutos después rechazó el primer tiro de Giroud al medio, un regalo que el delantero del Arsenal no perdonó, culminando una contra de libro.
El equipo de Deschamps fue muy superior en el primer cuarto de hora e incluso pudo marcar algún gol más, frente a una Dinamarca sin respuesta, deprimida por la victoria de Albania en Yereván, que la manda a la repesca.
Problemas en defensa
La movilidad del ataque francés evidenció los defectos de la zaga danesa, siempre un paso por detrás.
Dinamarca equilibró el juego. Bendtner firmó su única ocasión en la primera parte. Varane, en un cabezazo, rozó el 0-3.
El encuentro se abrió tras la reanudación. El equipo local arriesgó más en busca de acortar diferencias, lo que abrió espacios para una Francia más tirada atrás para aprovechar los contraataques.
Pero Dinamarca solo amenazó en una clara ocasión de Yussuf Poulsen, incapaz de aprovechar el gran pase de Jorgensen.
Francia tuvo en cambio varias oportunidades, la más clara a cargo de Giroud, cuya vaselina desvió esta vez con acierto Schmeichel, pero ya no fue capaz de ampliar el marcador de un partido sentenciado en los seis primeros minutos.
En el descuento, el central Sviatchenko maquilló con un gran tiro desde fuera del área el marcador y rompió la sequía de Dinamarca, que llevaba tres partidos seguidos sin marcar.