El jugador, al que sus compañeros e incluso los rivales habían intentado frenar, terminó detenido en la dependencia policial y la autoridad del partido, tras ser revisada en un hospital, fue enviada a su domicilio con la indicación médica de que hiciera reposo, para reponerse del shock que implicó el momento traumático que debió atravesar.
Una decisión de Cortadi fue lo que generó la increíble reacción de Tirone, quien primero buscó protestarle airadamente a la jueza, pero resultó contenido por sus compañeros.
Acto seguido, luego de que amonestara al arquero, se escapó de los brazos de los que lo frenaban, corrió por detrás de la árbitra y la golpeó brutalmente. Al verla tendida sobre el césped, la asistente uno, Maite Otaegui, se interpuso. E intervino Lucas Boneiro, asistente dos, sacando al enajenado futbolista de la escena.
Inmediatamente, mientras un rival lo empujaba y un compañero trataba de sacarlo del campo de juego, la policía ingresó al terreno y lo aprehendió, a pesar de su resistencia y de la de varios hombres de su mismo equipo. De hecho, dos de ellos también intentaron agredir a una oficial.
Tal fue la conmoción por el hecho que el partido de Primera División, que debía disputarse a continuación, terminó siendo suspendido. Y los jueces fueron retirados del estadio con custodia policial, que los escoltó hasta el hospital más cercano para que Cortadi recibiera atención médica y posteriormente pudiera hacer la denuncia correspondiente.
La jueza pudo regresar a su hogar en busca de reponerse de las lesiones leves que sufrió. El agresor fue trasladado a la comisaría, mientras que se aguarda por la decisión de la Liga Departamental de Futbol de Tres Arroyos, que resolverá este lunes el futuro del futbolista que golpeó cobardemente a Cortadi.