Inventó un sistema de cinco centrocampistas en semifinales ante el Valencia, sorprendiendo al alinear a todos los medios de los que dispone en su plantilla. Lo contrarrestó el ‘Cholo’ Simeone en la final contra el Atlético de Madrid, una nueva partida de ajedrez entre técnicos que obligó a Zidane a modificar dibujo y apuesta.
Con valentía, acabó la final con jugadores de la juventud de Rodrygo y Vinicius. Apostando en el partido más importante de la temporada hasta ahora por un jugador que residía en la grada todo el curso, lejos del campo, como Mariano Díaz.
Es una de las grandes virtudes de Zidane, tener a todos sus futbolistas enchufados. Así ha pasado de sentir su peor momento como técnico madridista, con dudas por no ser capaz de reconducir el proyecto tras el difícil final de curso pasado cuando se produjo su regreso y una irregularidad en el inicio que se agravó con el empate ante el Brujas en el Santiago Bernabéu en Liga de Campeones y la derrota con la peor imagen posible en Son Moix frente al Mallorca en Liga.
Fue el punto de inflexión. Desde entonces, una racha de 16 partidos sin perder y el primer título de la temporada conquistado. El Real Madrid no ganaba ninguno desde el adiós de Zizou tras derrotar al Liverpool en Kiev y certificar su tercera Liga de Campeones consecutiva. Ningún peso pesado del club dudo de él en público, pero se sondeó un posible regreso de José Mourinho. Encontró la respuesta más enérgica del vestuario, que mantiene una fe ciega en el técnico francés. El segundo más laureado en la historia del club.
Junto a Zidane, del grupo de vencedores de la Supercopa de España, sobresalen dos nombres por encima del resto. Son el uruguayo Fede Valverde, cuyo crecimiento habría sido imposible en caso de haber fichado al deseado Paul Pogba, y el belga Thibaut Courtois.
Fede explota un físico imponente, difícil de igualar para cualquier rival. Se ha convertido en un centrocampista tan indiscutible como Casemiro. Listo para rendir en cualquier demarcación de la medular.
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Cayó a la banda derecha en la final y no le afectó. Sus arrancadas, el despliegue que realizó, fue clave. Será recordado por la falta a Álvaro Morata que le costó la expulsión y mantuvo la final con vida en la prórroga, pero la elección como mejor futbolista de la final premió una nueva demostración de poderío de un jugador que ha cambiado el rumbo del Real Madrid.
Y al mejor de sus niveles regresa Courtois, que sintió al fin el papel de protagonista en un título con el conjunto madridista. “Lo trajimos porque creíamos que era el mejor portero del mundo y lo ha demostrado”, aseguró su presidente, Florentino Pérez.
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El mejor
El portero belga fue decisivo con su seguridad, sin encajar un tanto en acciones del juego en los cinco últimos partidos. Solo fue superado desde el punto de penalti. Ha demostrado su mentalidad de ganador para cambiar el rumbo tras sentir la exigencia del madridismo.
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