Deportes

Clásicos guatemaltecos castigados por la violencia entre porras

“Un solo espectador que tire un objeto se convertirá en un traidor a la causa, pues no queremos interrupciones, sino jugar al futbol”, reza una de las frases célebres del argentino Jorge Valdano.

La violencia entre las porras cremas y rojos obligó a negar el acceso para ambas desde el 2014.

La violencia entre las porras cremas y rojos obligó a negar el acceso para ambas desde el 2014.

 En Guatemala a los equipos les ha tocado vivir en carne propia no contar con esos fanáticos fieles  que han llorado junto a los jugadores  títulos y derrotas, por su mal comportamiento.

Desde hace tres años, los grupos de aficionados del equipo visitante y las porras organizadas no pueden ingresar a los estadios en la Liga Nacional.

El Clásico 298 —mañana a las 20 horas— no será la excepción. El recinto solo se verá de color blanco por ser  Comunicaciones el organizador, eso sí, sin porras organizadas como la Vltra Svr.  

“Las porras son siempre una extensión específica de las conductas que se generan en la sociedad a la que se pertenece”.

La muerte del seguidor crema, Kevin Díaz —27 de abril de 2014—, quien fue agredido por seguidores de Municipal en los alrededores del estadio El Trébol, fue el causante principal para que la Federación Nacional de Futbol (Fedefut) prohibiera el ingreso de aficionados de los equipos visitantes y grupos organizados.

“Las porras son siempre una extensión específica de las conductas que se generan en la sociedad a la que se pertenece”, explicó Rolando Crespo, psicólogo del Deporte.

El profesional dice: “Es lindo ver los colores y el ambiente festivo que generan esos grupos”, pero para que no terminen en violencia  es necesario un plan de prevención. “Deben participar todos los sectores, Gobierno, Policía y organizadores, para tener un buen control de la situación”, agregó Crespo.


Fin a la tregua

Lo poco que quedaba del pacto de caballeros de no agresión que firmaron en 1999 las barras roja y alba se rompió totalmente ese fatídico 27 de abril —muerte de Díaz— y tuvo consecuencias hasta para otros seguidores  por el castigo que esto trajo.

 “Ese fue el detonante, porque ellos tenían prohibido llegar a El Trébol. Un grupo de rojos le dio alcance, y ya sabemos que fue lo que pasó”, señaló Marlon Puente, Pirulo, miembro fundador de la Ultra Roja e integrante de la U5C —unión de las porras Ultra y Caldera del Diablo—.

Puente, en su momento, estuvo en la cárcel de Matamoros durante 64 días por la muerte de Díaz, junto a dos compañeros, que purgaron más de un año tras las rejas. Después   fue beneficiado por el juicio abreviado a  través del Ministerio Público.

Ese acontecimiento provocó también que la final del  Clausura 2014 entre Comunicaciones y Municipal se jugará sin público, marcando un nuevo capítulo negro en la historia, ya que fue la primera vez desde que inició la Liga Nacional, en 1942.

“Un clásico levanta pasiones. Ahora no vamos al estadio como una porra organizada. Extrañamos esos momentos con nuestros compañeros”, dijo Marlon Pacheco,  exintegrante de la Vltra Svr.
Imborrable

El Clásico 278 dejó una huella difícil de borrar. Ahora las aficiones no son las mismas. Los grupos que llegaban a apoyar  con cantos, juegos pirotécnicos, papel picado y humo de colores ya no se observan.

“El estadio de El Trébol se convirtió en un cementerio —Municipal se trasladó al Doroteo Guamuch recientemente, aduciendo que el escenario es inseguro—. Son dos efectos los que lo han ocasionado. No está la U5C  y la poca gente que llega es presionada”, agregó Puente.

Respecto de la norma que impuso la Fedefut y Liga Nacional, Puente considera que es algo mal planificado.

“Antes se vivía una fiesta. Siempre tratamos que no se diera violencia, porque somos conscientes de que hay que identificarnos con el equipo, que es al que defendemos”, comentó  Roberto Chúa, quien también perteneció a la porra blanca.

Los enfrentamientos entre cremas y rojos siempre han sido parte de la historia del futbol guatemalteco en los últimos años. Muchos terminaron con la intervención de la Policía Nacional Civil (PNC), con el uso de gases lacrimógenos y detención de algunos fanáticos.

El que fue el segundo clásico de la Liga Nacional en el estadio El Trébol,  el 27 de abril del 2014, terminó con la tragedia. Fue el último en ese escenario y parece que no volverá.

En su momento, la Fedefut y la Liga Nacional decidieron que los partidos de la fase final del Clausura 2014 se jugaran sin afición y todos los de la fase regular del Apertura 2014 se disputarán solo con presencia de aficionados del equipo local.

“Solicitamos que se tomaran acciones inmediatas y que sean drásticas; esperamos que la Fedefut atienda nuestras recomendaciones”, expuso en su momento Dennis Alonso, quien era el presidente del  Conader en ese momento y de la Confederación Deportiva Autónoma de Guatemala (CDAG).

Antecedentes

 Desde julio del 2013 los seguidores blancos de la Vltra Svr  fueron vetados para  no ingresar al estadio Cementos Progreso, debido a las limitantes   que la directiva dirigida por el presidente blanco, el mexicano Pedro Portilla, les impuso.

Los destrozos que ha cometido la porra crema también hizo que la directiva de Antigua GFC les prohibiera acercarse al estadio Pensativo, después de los disturbios causados en la semifinal del Apertura 2016.

En Municipal la relación entre el grupo dirigido por Puente y la directiva  está rota y sin probabilidades de una reconciliación.

Los insultos de Puente en su programa radial y las acusaciones contra la familia Villa —socios mayoritarios del club edil— por el  atentado que sufrió Pirulo hizo que fuera peor la relación ya que existe una disputa en tribunales.  La directiva roja tiene prohibido el ingreso a los integrantes de la U5C y los acusa de ser los causantes de los problemas en el Manuel Felipe Carrera.

El domingo recién pasado el presidente edil, Gerardo Villa, explotó por los constantes reclamos de los seguidores, por lo que intercambió insultos en el Doroteo Guamuch Flores.

Otras medidas

Juan Carlos Barragán, integrante del Comité de Regularización de la Fedefut, señaló que es necesario hacer un cambio en la reglamentación ya que es perjudicial para muchos equipos departamentales por el ingreso.

“El daño es grande para otros estadios por  la taquilla. Antes de irnos debemos dejar arreglado este problema”, manifestó Barragán, quien explica que los árbitros están obligados a reportar el ingreso de grupos organizados para castigar al equipo local.