Fieles a su naturaleza, los números son un claro indicador del oscuro y turbio año que tuvo la Bicolor.
Tan solo tres victorias (Bermudas —0-1—, Antigua y Barbuda —2-0—, y San Vicente y las Granadinas —0-4—) en los 16 juegos que disputó es una dura guía que precisa su accionar y que desvirtúa lo sublime que fue el 2014 —cinco triunfos, dos derrotas y un subcampeonato, en la Copa Centroamericana—.
Su círculo resultadista del año lo cierran sus ochos descalabros (Canadá, México, Uruguay, Estados Unidos, Trinidad y Tobago —2—, Cuba y Antigua y Barbuda) y sus cinco empates (El Salvador —2—, Bermudas, México y Honduras). Perforó las redes del rival en 12 ocasiones y recibió casi el doble —22—.
El 2015 terminó de fraguarse como espeluzante para la Sele, por su derrota en el estadio Mateo Flores frente a Trinidad y Tobago por 1-2, que convirtió en una auténtica odisea la clasificación a la hexagonal final de la Concacaf, la que repartirá 3.5 boletos para el Mundial de Rusia 2018.
Quedar última en la Copa Oro, en un grupo que parecía esperanzador —México, Trinidad y Tobago y Cuba—, sufrir en demasía por los boletos cosechados en la segunda y tercera ronda de la clasificatoria mundialista, es parte de lo que también le dejó el año a la Azul y Blanco.
Posibilidades cortas
Para el último técnico en proclamarse campeón en el futbol nacional —Aurora, temporada 1992- 1993—, Jorge Roldán, la Azul y Blanco tiene “las aspiraciones bastante cortas” para clasificarse a la hexagonal final de la Concacaf.
“Guatemala tenía que ganarle a Trinidad y Tobago. Ese era el partido clave. Se supone que los nacionales como los trinitarios van a eliminar a San Vicente y las Granadinas. Al no derrotarlos, las posibilidades de clasificarse a la hexagonal final están bastante cortas”, aseguró el mítico exjugador de Aurora FC.
“El enemigo a derrotar era Trinidad y Tobago y no se pudo. Ellos solo necesitan empatarle a la Selección Nacional, en su casa, para estar clasificados, habiendo visto lo desarrollado por San Vicente y las Granadinas, un conjunto al que ellos todavía conocen mejor”, agregó el ex seleccionado nacional, campeón del Norceca de 1967.
Roldán sentenció que la evaluación de este año es bastante baja para la Bicolor, tomando en cuenta la necesidad de resultados positivos que tiene la afición.
“En la Copa Oro nadie puede estar satisfecho con lo que se hizo. Fue eliminada y última. No hay mucho que decir de eso, por lo que la evaluación es bastante baja para lo que el aficionado guatemalteco necesita”, aseguró.
pobre accionar
Para el legendario exfutbolista de Comunicaciones y de la Azul y Blanca en la década de los 50 y 60, Francisco Pinula López Contreras, Guatemala complicó por sí sola las aspiraciones para ingresar a la hexagonal final.
“Había que aprovechar que Trinidad y Tobago no fue tan dominante como en la Copa Oro. Era para ganar ese partido. No pudimos aprovechar la localía. El accionar fue muy pobre. Quedaron nuevamente a deber, tal y como pasó en la Copa Oro. Ojalá y le alcance para recuperarse, porque todos queremos que lleguen al Mundial”, manifestó el puntero de oro.
Para el orgullo de Santa Catarina Pinula, el seleccionador Iván Franco Sopegno, al igual que la Bicolor, tuvo una labor irregular, porque le faltó “carácter para poner orden”.
“Siempre hay errores que son aceptables. Siento que a Iván Sopegno le falta carácter para poner en orden a los seleccionados”, indicó Contreras.
Determinante
Marzo del 2016 será un mes clave para las aspiraciones del conjunto nacional. El 25 recibirá a Estados Unidos y el 29 le tocará devolver la visita.
En ese lapso, trinitenses y vicentinos también se medirán entre sí. Será la tercera y cuarta jornada de la ronda de grupos de la Concacaf.
La acción seguirá hasta en septiembre —2—, cuando el conjunto patrio se juegue el todo por el todo contra Trinidad y Tobago, en Puerto España.
Cuatro días después volverá a enfrentarse a San Vicente y las Granadinas, en el estadio Mateo Flores. Ese día se espera que sí sea de gloria, y no de pena, realidad cruel de lo que le pasó en este año a la Bicolor de Sopegno.