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Brandón de León, el cacique del mediocampo 

El inicio de la prometedora carrera futbolística de Brandon Andrés de León Ramos tuvo una locación muy especial para él: la Escuela Oficial Urbana Mixta, de su natal y amado municipio, San Andrés Sajcabajá, Quiché; mismo que extraña por su tranquilidad y cordialidad, después de que se mudara en junio de este año a la ciudad capital, tras firmar para el hexacampeón Comunicaciones.

Brandon DE León —i— disputa el esférico con el futbolista mexicano Marco Fabián, en amistoso en Tuxtla Gutiérrez. (Foto Prensa Libre: Edwin Fajardo)

Brandon DE León —i— disputa el esférico con el futbolista mexicano Marco Fabián, en amistoso en Tuxtla Gutiérrez. (Foto Prensa Libre: Edwin Fajardo)

“Allá todo es más tranquilo, en cambio acá todo es corrido”, narra con una voz tímida el mediocentro mixto albo y también seleccionado nacional, quien goza de la plena confianza del estratega rosarino Iván Franco Sopegno, salvo para el partido contra Trinidad y Tobago.

Aquellas primeras patadas en las horas de recreo y después de que sonara el timbre de salida con sus amigos quichelenses, en el recinto educativo, fueron las forjadoras para que Brandon decidiera convertirse en un futbolista profesional.

“Tenía ocho años cuando fui seleccionado por mi escuela para disputar unos Juegos Escolares. Allí comenzó todo. Me desempeñaba como defensa”, menciona lleno de nostalgia el ahora volante, quien con sus 22 años se perfila para ser el nuevo cacique del mediocampo de la Selección Nacional.


“Darío Méndez, un señor lleno de entusiasmo de San Andrés, siempre me tomó en cuenta para todas las actividades deportivas que habían por la Feria Patronal. Mi gusto por el futbol fue en ascenso”, reconoce el exjugador de Marquense.

Sacrificio

A sus 16 años, y después de finalizar su ciclo básico, Brandon toma una valiente decisión, en búsqueda de cumplir su máximo anhelo futbolístico, sin descuidar sus estudios.

En una conversación dentro de su humilde hogar con su padre, Jorge Andrés de León, y su madre, Ninfa Raquelina Ramos, el introvertido mediocampista les informa que se mudaría a Santa Cruz, la cabecera de Quiché, para contemplar una posibilidad en el futbol y continuar con su carrera académica.

“Me fui a alquilar un cuarto a Santa Cruz con mi primo Juan Orlando Urízar para buscar una posibilidad en el futbol y estudiar la especialidad de Perito Contador en el Colegio Evangélico Utatlán”, cita De León.

“Tuve la oportunidad de disputar unos Juegos Departamentales a mis 16 años y de ser parte del Deportivo Canillá de la Segunda División, aunque allí aún no me pagaban”, agrega el combativo futbolista.

Disputando con su amado Quiché los Juegos Nacionales, De León viajó a San Marcos para jugar el certamen, sin saber que allí encontraría a quien lo ayudaría a que su gran sueño pudiera cuajar.

“Me iba bien en ese campeonato. Jugaba como delantero y era el goleador. En esa visita a San Marcos me observó Raúl Cancinos y me platicó si quería desarrollarme en el futbol, a lo que yo respondí que sí. Le dejé mi número para que contactara si sabía de alguna oportunidad”, indica Brandon, quien contabiliza cinco apariciones con Comunicaciones en el Apertura 2015.


“Era el goleador de su equipo, jugando como un volante creativo. Tenía buena técnica y actitud. Integró el grupo revelación de los Juegos Nacionales del 2009”, señala repleto de satisfacción Raúl Cancinos.

Cachetada

Con su rutina de defender los colores quichelenses y de Canillá, donde fue contratado por Ramiro Gámez para ser el cinco de su equipo, el volante fue sorprendido por una llamada del actual Director del Departamento de Capacitación de la Federación Nacional de Futbol de Guatemala.

“Recibí una llamada del profesor Cancinos indicándome que había platicado con el presidente de Municipal para que yo pudiera hacer una prueba con su equipo. Fue una magnífica noticia”, recuerda con sentimientos encontrados el capitán de la selección nacional preolímpica Sub 23, que fue eliminada por Honduras, en agosto, en la triangular II de la Uncaf, realizada en el país.

“Vine muy ansioso. Me entrené con la Sub 17 de Municipal, y dormía en su casa club. Me dirigía Jorge Gramajo y Gustavo Machaín. Estuve durante 15 días con ellos. Sin embargo, no me pude quedar. Me dijeron que ya no había espacio donde me quedaba a dormir y que regresara en el 2010”, menciona un tanto irónico el orgullo quichelense.

Después de que Municipal le cerrara las puertas, Brandon regresó a Quiché para seguir con sus estudios, siempre con el apoyo de su madre y padre, uno de los 28 heridos en el reciente accidente de un bus de los transportes Santa Elena, que chocó contra una valla publicitaria en el kilómetro 167.5 de la ruta entre San Andrés Sajcabajá y Santa Cruz del Quiché, y que dejó siete muertos.

En su doble vida: futbolista-estudiante, De León recibe un nuevo llamado de Cancinos, el que se sería el determinante para la burbujeante y sacrificada carrera de Brandon.

“Él me consiguió una prueba en Marquense, y la superé a la primera instancia. Le llené el ojo a Francisco Melgar y Marvin Ruano. Firmé para la especial. Jugué en Tercera División, y conseguimos el ascenso a la Segunda”, indica el mediocampista de 22 años.

Con la camiseta de Marquense, De León coronaría la primera fase de su gran sueño, debutar en la Liga Nacional.

“Entré de cambio por Hessler Archila, en el partido contra Heredia, en el 2013 —Clausura—. Fue un partido especial”, admite el seleccionado nacional, quien debutó con la absoluta el 4 de agosto del 2014, en el partido contra Cuba.

Su eficiente rendimiento con Marquense y la Selección Nacional —titular indiscutible en los dos juegos de la tercera fase ante Antigua y Barbuda—, le valdrían a De León para que Comunicaciones se fijara en él.

“Estoy muy contento por cómo se han dado las cosas. Ahora trabajo para poder exportar mi futbol”, puntualizó el mediocampista, quien solicita más minutos en el armado del uruguayo Willy Olivera.

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