Sosa experimentó hace tres semanas algunos síntomas que estaban perjudicando su desempeño en el terreno de juego, justo después del compromiso celebrado contra Cobán Imperial —derrota por 5-0—.
Con el transcurso de los días la salud de Sosa, incluído durante dos jornadas en el once distinguido de la Liga de Campeones de la Concacaf, se complicó y fue necesaria la asistencia hospitalaria, que determinó que presentaba hepatitis A.
El arquero venado asumió con tristeza la noticia, debido a que le truncó su deseo por culminar el torneo como titular indiscutible, por encima del cancerbero uruguayo Stéfano Perdomo.
Por recomendación médica, Manuel está reposando en su natal San Marcos —serán 20 días— antes de someterse a un nuevo control médico para determinar sí la enfermedad se ha marchado.
“Exactamente no sé qué pasó, estuve cinco días con fiebre y dolor de cuerpo. Es un golpe duro para un atleta que siempre quiere estar activo”, lamentó Sosa, quien llegó al arco mazateco por la salida del canadiense David Monsalve.
“Tengo que darle prioridad a mi recuperación para poder estar lo más pronto posible en el campo”, señaló el orgullo de San Marcos.
Sosa dijo que no tuvo la oportunidad de conversar con el nuevo entrenador Walter Claverí, debido a que un día antes de su presentación, su salud se complicó y tuvo que viajar de emergencia hacia su tierra natal.
“He recibido mucho apoyo de mi familia, así como de la junta directiva, que me ha proporcionado varias facilidades”, puntualizó el jugador al que se vence su contrato el próximo año.