Aunque se dice que la interpretación de esta famosa frase fue errónea, pues Coachovic se refería a que los números de su equipo en España —Fajadores de Quintanar de la Orden— eran tan malos, que merecían estar rotos, un cronista sacó provecho y entonces tomó auge y actualmente es utilizada por diferentes entrenadores para motivar a sus dirigidos.
Para la Sele es momento de hacer realidad esas palabras dichas en los años de 1980, ya que después de seis visitas a Trinidad y Tobago, en clasificatorias mundialistas, solo ha cosechado tres empates y tres derrotas, sin conocer la victoria.
La historia
Guatemala se enfrentó por primera vez en condición de visitante, el 20 de noviembre de 1968. El resultado fue un empate sin goles. Desde entonces, el camino de la Sele contra los caribeños ha estado lleno de obstáculos.
Luego de ese resultado, pasaron cinco años para que ambas selecciones volvieran a encontrarse; el triunfo fue para Trinidad y Tobago por 1-0.
El maleficio de no anotarle al equipo caribeño en su casa, se rompió el 3 de septiembre de 1989, cuando Julio Rodas marcó el único gol de la Bicolor, que también cayó 2-1.
Rumbo a Francia 1998, nuevamente la Selección logró un empate 1-1, con anotación de Rudy Ramírez.
Con el pasar de los años parecía que las distancias se acortaban, cuando en la hexagonal final a Alemania 2006, Guatemala estuvo cerca de ganar a domicilio, con goles de Guillermo Ramírez y Gonzalo Romero —minutos 3 y 58—, pero finalmente el local ganó 3-2.
El último gol nacional, en Trinidad, lo marcó Carlos Gallardo en el 1-1 del 2008.
