No fue para menos. No era un partido cualquiera. Era la final, un partido definitivo en un 2 de junio de 1996 histórico para el cuadro occidental. Era el estadio La Pedrera (Cementos Progreso ahora) el escenario. Fue allí donde Mariano Crisanto selló su paso a la inmortalidad en el futbol quetzalteco.
Los occidentales llegaban con una victoria de 1-0 en el partido de ida. Gol de Selvyn Rivera Galindo. Los cremas empataron después de múltiples intentos en el juego de vuelta. Fue el uruguayo Gerardo Miranda que puso el 1-1 y alargó el partido.
Aquella vez un tiro centro del defensa René Villavicencio al minuto 7 del primer tiempo suplementario lo quiso despejar Iván León, de los cremas, pero el balón llegó a los pies de Crisanto que corría veloz por la banda izquierda, la suya, y quedó de frente al marco que defendía Byron Álvarez. Nada pudo hacer el meta capitalino. Quedó rendido, de espaldas, luego de aquel zurdazo memorable.
Era el cuarto gol que anotaba con Xelajú desde que llegó, pero fue el más importante. El gol de oro que lo ha hecho pasar a formar parte de la historia del cuadro chivo.
Mariano Crisanto Meléndez, eufórico, sin imaginar la dimensión del gol, corrió a donde pudo, a donde hubiera afición chiva, y todos los jugadores salieron a buscarlo, a abrazarle, a felicitarle, porque en ese momento había logrado, con el gol de oro, el tercer título para los altenses.
Junio 1996: Así se recuerda el partido en que Mariano Crisanto marcó el gol de oro
Desde entonces se le recordaba año con año. De hecho, en 2014, recibió un reconocimiento por haber logrado aquel título con su gol. Llegó a Xela y recibió el homenaje en el Teatro Municipal.
En aquella oportunidad le dijo a elQuetzalteco: “Era una fiesta total, pues rompimos todos los pronósticos ante un rival que lucía superior y que tenía todo a favor; sin embargo, la entrega y el deseo de ser campeones nos sirvió para llegar al título”.
El día de homenaje a Mariano Crisanto en 2014. Fue en el Teatro Municipal.
Esa noche expresó: “El tiempo ha pasado, sin embargo, me llevo un grato recuerdo de esta ciudad que siempre defendí con honor”. Y así lo despiden este 24 de agosto en que se ha conocido sobre su deceso por un cáncer de páncreas que le hizo los días muy complicados.
Fueron cinco meses en Xelajú, cuatro goles, pero uno le bastó para ganarse el cariño. No cualquier logra eso y el jugador catracho lo hizo. En junio de 1992 llegó al Izabal JC y pronto se aventuró al frío y la altura de una ciudad que hoy lo recuerda como un héroe.
📋 Nota de duelo. pic.twitter.com/sO6XeuqmFu
— Club Xelaju MC (@Xelaju_Oficial) August 24, 2021
El recuento de cómo ovtuvo Xelajú el título en 1996.
Crisanto Meléndez jugó también en el Victoria y Atlético Indio de Honduras. En su país natal le llamaban ‘El Tío’ o ‘El Torpedero’. Fijan su gran momento futbolístico en 1985 en aquel país. Nació el 3 de marzo de 1964.
Su hijo Wilmer, que milita en el Marathon, junto con su familia realizan las gestiones para su velatorio y su entierro en un cementerio de La Ceiba, según reportan medios hondureños.