Han pasado casi dos años cuando en abril del 2014 decidió tomar la responsabilidad del equipo cobanero. Desde entonces ha disfrutado de alegrías, como el título de campeón en la Primera División y el ascenso a la Liga Nacional en el 2015.
En el futbol no todo es felicidad, pues el plantel azul ha caído en una mala racha, que cobró con el puesto del entrenador Fabricio Benítez, el mismo que le dio el ascenso, y en su lugar llegó Héctor Julián Trujillo.
La presión de Irasema es no perder la categoría y por eso cada partido que resta para el final del torneo, es una final. “Sería triste regresar a la Primera División, dejar aún lado todo el esfuerzo y la historia de más de 80 años”, asegura.
La única presidenta mujer de los 12 equipos de la Liga Nacional proyecta una energía positiva, incluso con los aficionados de los príncipes azules. “Aló, aló”, interrumpe la plática una llamada. “Hola soy un seguidor de Cobán, quiero ayudar al equipo a salir de la mala racha”, expresa un seguidor a quien escucha paciente por más de 10 minutos.
“Todos estamos preocupados por el equipo. Sé que son momentos difíciles, pero estoy segura que saldremos de esta”, expresa confiada la dirigente, que sueña con ver a su equipo levantar la Copa de campeón como lo consiguió por primera vez en el Clausura 2004.
Pasión de años
Para Meléndez, el club cobanero ha estado ligado a su vida desde siempre. Sus recuerdos de infancia están marcados por las visitas al estadio Verapaz junto a sus hermanos y primos.
“Esto es una pasión que se alimenta y crece con los años. Es la razón que me motiva a estar al frente del equipo”, expresa.
Esos primeros días con el equipo fueron difíciles. En el 2014 tomó el plantel con una deuda de casi Q2 millones, por salarios atrasados a jugadores y en especial al uruguayo técnico Julio César Antúnez. “Encontramos a un club destruido.
Nadie creía en él, afición ni patrocinadores. Empezamos de cero. No se tenía ni fuerzas básicas”.
“Como mujer lo más difícil de ser presidenta del club, es dejar solos a mis hijos. A ellos les gusta el futbol, al igual que mi esposo, pero es complicado por las reuniones de trabajo y viajes a los estadio del país”, resalta.
Con el tiempo Irasema Meléndez ha aprendido en convivir en sus distintas facetas. Todo gira alrededor del Cobán Imperial, sus hijos Laura, de 18 años, Patricio, de 15, y Nelly, 12, disfrutan del mundo del futbol, además de ver a su madre materializar el sueño de aportar su grano de arena al club de sus amores.
Además del futbol y la familia, la dirigente deportiva, disfruta del coleccionar orquídeas. El hobbie lo heredó de su padre José y con el paso del tiempo ha logrado una colección de más de 5 mil plantas, donde incluye un buen número de monjas blancas.
“Antes de estar en el futbol, siempre fui muy activa. He hecho escultura, también dedique un buen tiempo al cuidado de orquídeas, lo cual me permitió ganar premios internacionales, como el mejor cultivo”, confiesa.
El semblante de Irasema cambia al recordar la participación de Cobán en el Clausura 2016.
“Voy a estar con el equipo hasta donde se pueda, pero estoy consciente que si las cosas salen mal, y si alguien más quiere tomar la presidencia, me haré a un lado”, expresa con seriedad.