“Quiero ser como vos, Moyo”, “No lo puedo creer, el Pescado me firmó mi camisola” y “Henry, tomémonos una foto” fueron algunas de las frases que emitieron los pequeños que inundaron de alegría el campamento de la Sele.
“Me gusta meter goles como el Pescado”, expresó un emocionado Kevin López, de seis años, antes de tomar su turno para que el capitán firmara su camisola.
Fiesta total
El entreno tranquilo que se pronosticaba para el conjunto del argentino Iván Franco Sopegno, terminó por convertirse en una fiesta para los niños que sueñan con jugar como los cracs del país.
Pese a tener cuatro años, Juan Carlos posee claridad en mencionar qué jugador le inspira para dedicarse al futbol: “Quiero jugar como el Pescado. Soy rojo”, indicó el intrépido soñador, con un tono de inocencia.
Sebastián González, de siete años, lamentó que su camisola no haya sido autografiada por la estrella del Seattle Sounders de la MLS Marco Pablo Pappa.
“Quería que Pappa me firmara. Me encanta cómo juega”, confesó.
Cansados, pero felices de haber regalado un poco de alegría, los seleccionados concluyeron con un entreno encendiendo esa pasión que solo ellos pueden lograr.