“Extrañaba la vida en el campo, así crecí. Mi familia siempre se han dedicado a la agricultura y ganadería. Si el futbol no hubiera aparecido en mi vida sin duda me dedicaría a eso también, a alguna carrera que tenga que ver con el campo”, reconoce el capitán de Antigua.
José Carlos disfruta de todo, no solo de respirar el aire puro y degustar la comida preparada por su mamá, también monta a caballo y en algunas ocasiones ordeña las vacas. Los corceles con los que recorre las llanuras son el ‘Gran Jefe’ que es de su padre y ‘Chitío’, de su hermano.
Su rutina ha variado mucho, aunque se mantiene en constante comunicación con el preparador físico de los ‘Panzaverde’, ya que todos los días le envía las mediciones de lo que practica, para no perder la condición física.
“Extraño mucho jugar y el día a día. Me levanto temprano a desayunar y después me entreno, según las indicaciones del día. Pero entra mucha nostalgia lo que uno hacía, como trabajar todos los días para esperar el fin de semana para el día del partido”, comentó Pinto, quien asegura que para los apasionados del futbol y los que aman el deporte, es triste no jugar.
Para cuando regrese el futbol al país, que podría ser antes del 23 de mayo y de no hacerlo, hasta en julio para el Apertura 2020, Pinto asegura que regresará muy bien físicamente y con muchos deseos de lograr cosas importantes. “Volveré con más ganas, esto nos está enseñando que debemos valorar más el deporte porque uno no sabe hasta cuándo podrá hacerlo. Quiero trascender y lograr cosas importantes con el equipo”, indica José Carlos.
La vida en la casa de la familia Pinto en San Luís Jilotepeque seguirá como siempre llena de amor y aprovechando que José Carlos está compartiendo con todos y disfrutando del campo que lo está llenando de positivismo y tranquilidad, en lo que vuelve a ponerse el gafete para ser el guerrero de los antigüeños.