Manuel Presancín es de esos estelares que no se hace notar pero que su trabajo es fundamental para que los jugadores no sufran ninguna lesión a la hora de un partido de la Liga Nacional.
Presancín tiene alrededor de 18 años de ser parte del Estadio Pensativo y ha visto pasar varios entrenadores y ha vivido las cuatro glorias que tuvo el equipo desde su retorno a la liga de los privilegiados en la temporada 2014-2015.
“Yo llegué al equipo en el 2001 después de que el equipo fuera subcampeón en la final que perdió contra Comunicaciones”, recuerda el aguacatero.
Además agrega que llegó a ser parte de los coloniales para ayudar en el mantenimiento de la gramilla y desde entonces se ha mantenido en buenas condiciones.
“Hay un tratamiento exclusivo para la gramilla para el mejor desarrollo para el futbol. Me siento orgulloso de trabajar para un equipo que en los últimos años ha demostrado ser el mejor”, afirmó.
“El Estadio Pensativo es mi vida y mi hogar. Ya son muchos años y sigo aportando mi experiencia y voluntad para tener la mejor cancha”, expresa.