“No me meto en esas cosas; mejor me quedo callado y espero que se limpie todo, porque nos perjudica tanta corrupción a los jugadores”, dijo Titimán. “No soy quién para juzgar ni para hablar; ellos saben por qué hacen las cosas”, se lamentó.
Sin apoyo
El mediocampista explicó que gracias a sus ahorros ha podido sobrevivir la crisis que vive por la suspensión de dos años por dopaje, además de algunos partidos —en ligas no profesionales— en los que le pagan por dar espectáculo. “Ahorré mi plata, y de eso estoy viviendo”, aseguró.
Sin embargo, se quejó de que Municipal lo haya dejado “tirado”, porque siempre será rojo y el club edil será su primera opción cuando regrese a las canchas —junio del 2017—.
“El club económicamente nos dejó tirados. No me meto allí. Trato la manera de seguir mi vida. No me miro con otra camisola que no sea la de Municipal. Si ellos hicieron cosas en contra mía, que las hagan. Yo regreso al equipo”, expresó Ávila, quien ahora disfruta cada momento con su familia y amigos.
“El club económicamente nos dejó tirados. No me meto allí, trato la manera de seguir mi vida. Si ellos hicieron cosas en contra mía, que las hagan. Municipal siempre será mi primera opción”.