Ayer, Tapia viajó a su país natal con la satisfacción de haberle dado a los antigüeños la anhelada copa, pero además con la ilusión de ver nuevamente a su papá, Francisco Salvador.
“Mi viejo la viene peleando desde hace dos años —está mal de salud— y le podré llevar esta medalla de campeón. Siempre me ha brindado su apoyo y con él aprendí a luchar. Me ha dado valores al igual que mi madre —Teresita del Carmen”, refirió Tapia.
Además destacó la labor de sus dirigidos, al indicar que se entregan y que saben perfectamente lo que quieren.
“Tengo un grupo de jugadores que se identifica y lo demuestra partido a partido. Desde la banca podemos plasmar, dirigir, pero los grandes protagonistas son los jugadores. Ellos se rompen el alma día a día y son los que se mueren porque se cumpla la idea de juego”, señaló Tapia.
“Revisando los números fuimos el mejor equipo en todos los sentidos. Somos justos campeones”.
El originario de Tandil, Argentina, agregó que haber conocido a su novia, Cristal, le dio mucha estabilidad emocional.
“También le dedico este triunfo a ella, porque ha estado conmigo en todo momento”, indicó el Mago, al tiempo que la abrazó, en la gramilla del estadio Pensativo.
Tapia confesó que parte de la estrategia que lo ha llevado a conseguir el triunfo es su planificación.
“Visualizo y me propongo metas, pero esto no es únicamente obra mía, sino de todo un equipo de trabajo y aquí también incluyo a los chicos que se tuvieron que ir, como Juan Carlos Araujo y Gonzalo Deras. Ellos también son parte de este título”, afirmó el estratega.
El director argentino reconoció además la labor de la junta directiva del plantel panza verde.
“Es un club muy serio que cumple con lo que ofrece. Pero no debemos olvidar que el semestre pasado no clasificamos a instancias finales”, señaló Tapia.
Justa Recompensa
Mauricio Tapia nació en Tandil, Argentina, el 20 de agosto de 1970.
Llegó a Guatemala el 20 de junio de 1996.
Se desempeñó como defensa central durante su etapa de jugador.
Escuintla, Azucareros, Deportivo Zacapa, Universidad de San Carlos, Chimaltenango, Cobán, Deportivo Achuapa, Municipal, Antigua GFC, Sacachispas, Teculután y Mictlán son los equipos en los que jugó antes de ser entrenador.
Como técnico ha estado al frente de Mictlán, Zacapa, Retalhuleu y Antigua GFC, entre otros.
Con los ojos llorosos y empapado todavía por el refresco que le rociaron algunos jugadores luego del silbatazo final contra los rojos, el estratega dijo que en ningún momento dudó de sí serían campeones.
“Nunca tuvimos dudas de que podíamos conquistar un nuevo título. Trabajamos sobre el convencimiento de que lo lograríamos. Las cosas no se dan por casualidad”, resaltó el entrenador y recalcó que el campeonato es el premio justo a la constancia.
“Otra de las claves fue la unidad del grupo. Nunca fuimos visitantes ni locales, porque siempre tuvimos la idea clara de lo que queríamos, y por eso nunca nos guardamos nada en cada partido”, comentó.
La misión que cumplió el timonel argentino después de haber vencido a Municipal, con un marcador global de 3-2 le dejó grandes satisfacciones y mucha felicidad, sobre todo por haber superado a Éver Hugo Almeida, el técnico que una vez lo dirigió cuando defendía los colores escarlatas.
Con mucho respeto y sin entrar en detalles ni conflictos acerca del tema, el Mago fue parco y con un par de frases simples sintetizó: “Estoy feliz por Antigua. No me hagan hablar de más”, dijo en tono alegre y sonriente.
Tapia agregó que se incorporará al trabajo del plantel colonial cuando vuelva de Argentina, en los primeros días de enero, para prepararse para el Clausura 2018, y que espera contar con la base de jugadores que consiguieron la tercera hazaña.
“El tiempo de preparación es corto, pero estamos obligados a ganar siempre”, expuso Tapia.