No es que no me gustara regresar, pero hubo algunas cosas en mi regreso —enero de 2014—, que la verdad no pude hacer mucho por el tema de que no era jugador libre, no podía decidir muchas cosas. Creo que Municipal no sería de mi agrado en este momento.
¿Firmaría con Comunicaciones?
Claro que sí firmaría, Comunicaciones es un equipo grande. Como digo, no me atrevo a decir que soy rojo. Yo me formé ahí, pero esto es trabajo y uno tiene que defender la camisola para la cual está contratado.
¿Cómo se siente ahora que está de regreso en Guatemala?
Me siento contento, porque al principio uno extraña la familia y muchas cosas como la comida, los amigos. El hecho de estar en Guatemala lo estoy disfrutando al máximo y por ahora me entreno con Selección Nacional.
¿Cómo se da el paso del futbol guatemalteco al costarricense?
Todo futbolista sueña con jugar fuera de su país. Para mí no fue fácil porque en Municipal no jugué, después estuve a préstamo en Universidad, luego en Primera División. Gracias a Dios el profe Almeida —Éver Hugo— me dio la oportunidad de estar en la selección, creo que ese fue un gran paso. El primer año en Costa Rica fue muy bueno, porque aprendí muchas cosas, y el segundo fue un impulso más para mi carrera.
Después de jugar en Carmelita ¿pensó en regresarse?
Estaba muy cómodo, en el sentido de que estaba jugando y las cosas me salieron bien. El obstáculo fue que yo pertenecía a Municipal, era el dueño de mis papeles y podía hacer conmigo lo que quería. Aunque yo no lo deseaba, tenía que estar aquí. Los rojos no tenían entrenador, contratan al Maño —Aníbal Ruiz— y ya sabemos lo que pasó: no jugué. Lo bonito del futbol es que da revanchas.
¿Es difícil para un guatemalteco adaptarse al futbol de Costa Rica?
Sí, porque todos decían: ¿Un guatemalteco qué podía aportar al futbol de Costa Rica? Sin embargo, llegué con mentalidad de trabajar. Nunca me relajé, ni me di por vencido y la prensa habló muy buenas cosas de mi persona. Hasta el momento no tengo ningún reclamo a ningún tico. Adaptarme no fue fácil, pues ellos son competitivos.
Se menciona que podría jugar en Herediano o Alajuela, ¿qué hay de cierto?
Esos temas los dejo con mi representante. Él es tico y tiene mucha amistad con Jafet Soto, que es gerente deportivo de Heredia y que es con quien más fuerte se ha hablado. Por ahora no se puede dar ni un paso más, porque aún disputa la fase final del torneo. No quieren hablar más y prefieren esperar. Yo no me quedo de brazos cruzados y sigo buscando equipo. Mi primera opción es en el extranjero, porque quiero seguir haciendo historia.
¿Le apunta a la Sele?
Le apunto a la eliminatoria y a todo lo que venga con la Selección. Mi mentalidad está ahí. Nunca hay que cerrar puertas, he hablado también con gente de la Universidad, pero podríamos decir que es un plan “b”.
¿Le ha cambiado la vida el futbol?
Me considero una persona muy humilde y es bonito que la gente lo recuerde a uno por lo que es. Uno es un ejemplo. Gracias a Dios tengo el talento de jugar futbol. Me metí de lleno y quién iba a decir que de esto viviría.
¿Se comunica con otros jugadores legionarios de Guatemala?
Con quien casi todos los días hablamos es con Ricardo Jerez —Alianza Petrolera—, pero mantenemos una bonita amistad con Elías Enoc —Real Salt Lake—, entre otros.
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