Los planteles que hicieron cambios fueron Comunicaciones, Marquense y el subcampeón Guastatoya. Este último, tras la renuncia de Ariel Sena, contrató al guatemalteco Francisco Melgar.
Los leones se vieron obligados a buscar el reemplazo de Melgar y le dieron el equipo al argentino Néstor Soria, quien en las últimas temporadas había fungido como subentrenador. Los cremas destituyeron a Willy Coito Olivera y recontrataron a Iván Sopegno, extécnico de la Selección de Guatemala.
En total son cinco argentinos, dos costarricenses, un uruguayo y cuatro nacionales. La tendencia de técnicos en el campeonato nacional ha sido la misma en los últimos años, al igual que el dominio en el campeonato prueba de ello es que la última campaña la ganó el argentino Mauricio Tapia, al frente de Antigua.
En deuda
Los técnicos guatemaltecos han ido perdiendo protagonismo en los títulos en el futbol nacional. La corona conseguida por Jorge el grillo Roldán con Aurora, en la temporada 1992-93, es un lejano recuerdo y desde entonces no ha habido otro nacional que celebre ese cetro.
Ahora la responsabilidad recae en Melgar, al frente de Guastatoya; Walter Claverí, quien dirige Suchitepéquez; Fabricio Benítez, técnico de Cobán y Sergio Guevara, del Deportivo Mictlán.
La tarea no es fácil, pues un título no depende solo del técnico, sino también de los jugadores y directivos. La última vez que un guatemalteco llegó a una final fue en el Clausura 2007, cuando Francisco Melgar, dirigiendo a Marquense, disputó el duelo por la corona contra Xelajú MC, que tenía como técnico al uruguayo Carlos Jurado.
Los equipos capitalinos han confiado en extranjeros para buscar retomar la hegemonía del torneo. En el caso de Municipal, es dirigido por el uruguayo Gustavo Machaín; Comunicaciones, por el argentino Sopegno y la Universidad el también argentino Ramiro Cepeda.