Ipala necesitaba cinco goles para instalarse en los cuartos de final, ya que en el duelo de ida, disputado en el estadio La Pasión de Sayaxché, había sido derrotado por un contundente 4-0.
“Molesta mucho la situación que vivimos. Es impresionante hasta dónde ha llegado la manipulación de partidos. Hubo disparos al aire y a nuestra banca los seguidores les lanzaban balas. A mí no me dejaron dirigir porque me lanzaban cosas. Me imagino también lo que experimentan los árbitros en ese estadio”, añadió el entrenador.
Los chiquimultecos lograron la remontada con un gol en tiempos extras por parte de Irvin Montufar, exjugador de Mictlán en la Primera División.
En tiempo regular marcaron Denis Solórzano, Juan José Valenzuela; exfutbolista de Malacateco, y dos veces lo hizo Neftalí Espino, exfigura de Zacapa y de Sacachispas.
Antes de solventar el partido de vuelta, el representativo de Petén hizo públicas, en sus redes sociales, algunas de las intimidaciones que había recibido por parte de una parcialidad chiquimulteca.
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Un jugador de Sayaxché, que quiso quedarse en el anonimato por cualquier represalia, confesó que antes de ingresar al estadio en el audio ambiente se escuchaba música fúnebre y que cada vez que intervenía el animador mencionaba de que si ellos ganaban el partido, no saldrían vivos de allí.
Esta tarde, la directiva de Sayaxché aseguró que había presentado en la liga Segunda División dos denuncias por lo que había sucedido el domingo recién pasado en el estadio Municipal Atlántida.
Una de ellas, según lo argumentado por la cúpula dirigencial de los peteneros, es en contra de Fredy Trigueros, integrante del Comité Ejecutivo de la Segunda.
Quiché FC será el siguiente rival, en los cuartos de final, de Ipala.